HUELLAS Y PRESENCIAS INSULARES: LA AHORCÁ

Había en Porlamar una tienda donde vendían ropa exclusiva importada por el Puerto Libre conocida como “Modas Mirella” de esa gran mujer margariteña doña Estílita Rojas de Torcatt, quien era muy apreciada por la gente de los pueblos de Margarita por su condición de buena persona y siempre servicial; en la península de Macanao le tenían mucha consideración porque, cuentan sus pobladores, que cuando en la tienda quedaba ropa “fría”; es decir, sin vender, ella personalmente se las llevaba como regalo para que la usaran.

En todas las emisoras de radio que aparecieron en la isla después de la pionera Radio Nueva Esparta, había publicidad de la tienda, razón por la cual en todas las zonas se escuchaban los avisos que llamaban a comprar en ese lugar. Los pescadores en sus momentos de descanso – si se le puede decir así – se reunían en la ranchería y aprovechaban para remendar los trenes y reparar otros enseres utilizados en la pesca; las mujeres se ocupaban de preparar la comida y otras cosas mientras escuchaban la radio para enterarse de lo que pasaba en la isla, por eso, siempre oían la propaganda de “Modas Mirella”.

Un día estaban en sus acostumbradas faenas cuando se presentó una mujer diciendo que había muerto Estílita. “…la pobre se ahorcó en er bulevar. ¿Por qué sería? ¡Tenemos que dir* a Porlamar! Al día siguiente se presenta en la tienda un grupo de mujeres nativas de Macanao vestidas de negro, todo llorosas y tristes preguntando por Estílita. Una de sus principales asistentes que, según cuentan, era una de sus hijas a quien le decían cariñosamente “La Negra” estaba atendiendo a los clientes junto con su otra hija Mirella – de allí el nombre de la tienda.

Las mujeres al entrar, con desespero le preguntan a la Negra:
-¡Negra, mija, ¿Dónde está la mujer?!
-¡En la caja mijita; ¿Y dónde más!? Responde la Negra.
¿Cómo? ¡Vamos mis hijas que ya la tienen en la caja! ¡Ay mujer, ya se la irán a llevá!
Van a otro lado de la tienda y ven a Estílita sentada frente a la caja registradora cobrando sus ventas y pendiente de su negocio. Sorprendida al verla, dice una de las mujeres:
-Estílita; mujer, ¿Y tú no estás muerta pues?

  • ¡No mijita; aquí estoy vivita y coleando! ¿Por qué me preguntas eso?
    -¡Ay mujer, tú no me lo vas a creer! – Dice una – Por la radio decían ayer a cada ratico que estabas “ahorcá” en er bulevar Guevara. ¡Te lo juro por esta santa cruz! ¿Tú te imaginas? ¡Por eso tamos aquí!
    Lo que pasaba era que el locutor de Radio Nueva Esparta, para ese entonces, Virgilio N. Velásquez decía en su cuña comercial:
    “En su viaje a Margarita no deje de visitar y hacer sus compras en Modas Mirella de Estílita Torcatt en el boulevard Guevara de Porlamar”

(Tomado de Carlos Luis Mujica Romero “Marunga” en OCURRENCIAS DE MI GENTE, 2013)

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