Nacido en Caracas el 4 de noviembre de 1936, Miguel Ángel Landa es, sin duda, uno de los nombres más influyentes y versátiles en la historia del entretenimiento venezolano. Su trayectoria, que abarca más de seis décadas, lo estableció como un actor dramático de primera línea y, al mismo tiempo, como el maestro indiscutible de la comedia televisiva.
De Antigalán a Figura Estelar del Cine
La formación de Landa como actor se inició en el Instituto de Técnica y Arte Teatral. A pesar de enfrentar la dificultad de los estereotipos en sus inicios, su paciencia y talento lo llevaron a protagonizar la que es considerada una de las obras cumbres del cine venezolano: “El pez que fuma” (1977), del cineasta Román Chalbaud. En esta cinta, interpretó a Dimas, el amante de La Garza, papel que lo catapultó a la fama en el séptimo arte.
Su filmografía es extensa y notable, sumando más de 60 películas que incluyen títulos emblemáticos como:
- Cuando quiero llorar no lloro (1972)
- Carmen, la que contaba 16 años (1978)
- Domingo de Resurrección (1982)
- Cangrejo II (1984)
- Disparen a matar (1990)
- Su regreso a la gran pantalla en El Manzano Azul (2012)
- Papita, Maní, Tostón (2013)
El Rey de la Televisión y Creador de Éxitos
Si bien su trabajo en el cine es fundamental, fue en la televisión donde Landa se convirtió en un fenómeno cultural. Demostrando su visión como empresario y director, fue el creador, productor y director de series de gran éxito.
- «Él y Ella» (1971-1976): Una de sus primeras incursiones exitosas en RCTV.
- «Bienvenidos» (1982-2002): Este programa de sketch comedy se convirtió en un fenómeno de masas que trascendió las fronteras venezolanas. Bajo su liderazgo, el elenco de “Bienvenidos” realizó giras internacionales, incluyendo presentaciones en los teatros de Broadway en Nueva York.
- Landa no solo actuaba, sino que imprimía en el programa una filosofía de vida, basada en una lección familiar que solía citar: “Hagan bien y no miren a quien.”
También participó como humorista en programas como Viviana a la medianoche y Edificio de siete pisos. En el drama, fue el compañero de Doris Wells en la aclamada telenovela de José Ignacio Cabrujas, «La señora de Cárdenas».
Landa, quien tomó el apellido de su madre, María Luisa Landa, para rendirle homenaje, es recordado por su versatilidad, su tempo actoral aprendido en Italia y su compromiso con el arte, incluso sobreviviendo a un cáncer de estómago y enfrentando batallas legales por los derechos de autor de sus creaciones. A pesar de los desafíos, su éxito como hombre de cine y televisión lo consagra como un artista de paciencia, estrategia y un talento inagotable que sigue siendo una referencia obligada en la cultura popular venezolana.
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