Inocente Carreño: El maestro que convirtió el salitre en sinfonía

Inocente Carreño: El maestro que convirtió el salitre en sinfonía

En las calles de Porlamar, donde el viento trae el aroma del pescado fresco y el sonido rítmico de las olas rompiendo en el muelle, nació hace 106 años —el 28 de diciembre de 1919— un niño destinado a ser el arquitecto sonoro de la identidad venezolana: Inocente Carreño.

Hoy, en este 2025, bajo la mirada serena de los margariteños que aún tararean sus melodías, recorremos la vida de un hombre que no solo compuso música, sino que le dio una banda sonora al alma nacional.

Del Cornetín a la Cátedra Universitaria

La historia de Carreño es la de un talento que floreció entre la tradición y la academia. Sus primeros pasos musicales los dio de la mano de su abuela y de la Banda Luisa Cáceres, bajo la tutela del maestro Lino Gutiérrez. Allí, tocando el cornetín, el joven Inocente descubrió que el mundo era una partitura esperando ser escrita.

En 1932, se trasladó a Caracas, donde la influencia del maestro Vicente Emilio Sojo resultó definitiva. Carreño se convirtió en una de las figuras estelares de la «Escuela de Santa Capilla», integrando esa generación de oro que modernizó la música venezolana sin perder sus raíces populares.

La Obra Maestra: Margariteña

Si Venezuela tuviera un himno emocional, muchos coincidirían en que es el glosado sinfónico «Margariteña» (1954). En esta pieza, Carreño logró lo que pocos: elevar los cantos de trabajo de los pescadores, las malagueñas y los polos margariteños a la sofisticación de una gran orquesta sinfónica.

«Escribir música es como pescar: hay que tener paciencia, conocer la corriente y saber cuándo tirar la red para atrapar la belleza.» – Atribuido a la esencia del Maestro.

Un Legado de Premios y Formación

Carreño no fue solo un compositor de escritorio. Fue un educador incansable y un servidor de la cultura. A lo largo de su vida recibió los más altos honores:

  • Premio Nacional de Música (en varias ocasiones).
  • Premio Sojo y el Premio de Música Vocal.
  • Director de la Escuela de Música Prudencio Esaá y fundador de la Orquesta de Cámara de la Universidad Central de Venezuela.

Su versatilidad le permitió transitar desde la música sacra y las sinfonías complejas hasta los boleros y merengues más populares. Fue un hombre que entendió que la música académica no tiene por qué ser distante si está impregnada de la verdad de su pueblo.

El Eterno Inocente

Fallecido en 2016 a los 96 años, su presencia se siente hoy más viva que nunca en cada joven del Sistema de Orquestas que interpreta su obra. En este 28 de diciembre, mientras Nueva Esparta celebra el Día de los Santos Inocentes, el nombre de Carreño resuena no como una broma del calendario, sino como una certeza histórica.

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