La tierra de El Maco, reseca y agonizante, se había convertido en un «horno artesanal». El sol inclemente tostaba las casas de bahareque y la sed era una herida abierta en el alma del pueblo. Los tinajones, con sus bocas abiertas hacia el cielo, clamaban por una lluvia que no llegaba. Hasta los cerros, grises y desesperados, amenazaron con quemarse para ver si así lograban hacer «llorar a las nubes». Era un tiempo de sufrimiento, de ver a las tortolitas sacrificarse contra las paredes porque la vida sin agua era un tormento mayor.
Pero un día, en el ardiente agosto de 1915, la brisa trajo un susurro distinto. No era el calor sofocante, sino un aroma profundo y húmedo: el «olor a lluvia». Como un presagio largamente esperado, el pueblo sintió en su piel que el milagro se acercaba. Vecinos de Maco Abajo y Maco Arriba se congregaron, unidos por esa misma esperanza olfativa, para sentir juntos el anuncio de la vida que bajaba de los cerros.
Y de repente, el cielo se tornó oscuro y se rompió en un «fuerte aguacero». La lluvia no fue un simple alivio, sino una fiesta salvaje y liberadora. El pueblo entero corrió a la calle, los niños jugaron en el barro , y las quebradas, que antes eran hilos de agonía, rugían como «leones sueltos y hambrientos». La alegría era tan intensa que las dos «empalizadas» que dividían al pueblo cayeron al suelo. Ya no había dos Macos, sino uno solo, bañado por un mismo milagro.
Fue bajo la frescura de esa «milagrosa lluvia» que un vecino (Pablo Marcial) sugirió buscar en el santoral del 10 de agosto. Y la respuesta llegó: «Hoy es el día de San Lorenzo«. En ese momento, la lluvia se hizo sagrada y el mártir San Lorenzo se convirtió en el Santo Patrono, sellando para siempre un vínculo entre la fe, la naturaleza y la comunidad. Así nació este fervor, un sentimiento que, aunque se institucionalizó años después, fue prendido por una lluvia esperada y milagrosa.
Notas
Nota 1:A excepción de la fecha de agosto de 1915, el resto de la narración es una recreación imaginativa basada en documentos históricos que mencionan la fecha.
Nota 2: Es importante destacar, que la Sra Julia Cardona de Marcano fue una comerciante que viajaba a Trinidad. Ella tuvo en sus manos traer una primera imagen. Ella vió en Maco Abajo y era Mamá de la Sra. Pia, abuela de la Sra Silvina y Julita.
La Sra Silveria Rojas fue otra figura importante en el arraigo de este sentimiento. La Sra Silveira vivió en una casita que estuvo al lado del Centro Viejo. Fue la mamá de Eloisa (esposa del Sr. Pablo Marcial). La primera misa oficial de San Lorenzo se hizo en su casa y los retiros para la primera comunión también se hacían en su casita.
Texto y Recopilación: Evaristo Marcano Marín
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