Durante mi carrera profesional como docente en muchas escuelas, liceos, universidades y otras instituciones me dediqué a facilitar jornadas pedagógicas participativas que reoxigenaran la “Enseñanza de los aspectos vitales que permiten la construcción de la Décima Espinela”.
El norte apunta hacia aquellos docentes culturales que laboran en las distintas instituciones educativas del estado Sucre. Se realizaba la convivencia en escuelas y lugares cerrados con la presentación, en vivo, de un grupo musical que avalara, con la música, la utilidad amplia que tiene la décima como vestimenta poética en nuestros géneros musicales en los estados orientales y lógicamente en todo el país.
Es sumamente importante que los educadores de castellano, literatura, folclor, cultura popular, especialistas culturales, cultores, cantadores de galerón y compositores aprendan de manera correcta a construir la décima espinela y faciliten a sus alumnos un conocimiento ajustado a la realidad poética que muchas veces es distorsionada porque no nos asesoramos con un facilitador o cultor ducho en la materia compositiva.
A veces escuchamos, con suma preocupación, a niñas y niños cantando con la música de galerón letras construidas en octavillas, es decir de ocho versos de arte menor, faltándole a la composición estrófica dos versos. Se irrespeta la rima consonante, los versos octosílabos de arte menor son maltratados y la estructura rimática es altamente descuidada.
Los he oído y visto rimar versos a lo loco, pisoteando la estructura ya establecida donde deben rimar los versos: 1,4, 5. 2 y 3, 6,7 y 10 y 8 con 9. Esta estructura se debe respetar a la hora de elaborar una décima espinela.
La décima en muchas oportunidades fue utilizada para hacer proselitismo político, para contar un suceso jocoso, amoroso, o sarcástico del pueblo, convertida por el colectivo humano en tradición, literatura oral y escrita. Significa la décima el palpitar profundo de la espiritualidad del ser humano llevada a la poesía y transmitida al pueblo.
Vemos con honda preocupación a niños y niñas cantando galerones o gaitas orientales con décimas que se transforman en octavillas (estrofas de ocho versos), sextillas (de seis) y otras anormalidades en la elaboración de la espinela.
Por esta situación, cada año, debemos abordar en las instituciones su correcta construcción para no distorsionar su esencia o cambiar su estructura. Las décimas pueden dividirse en: Argumentos, Décimas al pie, Lecciones, Aletrilladas simples, Aletrilladas compuestas, Trilogía, Encadenas y décimas sueltas. El poeta debe demostrar destreza, profundidad y conocimiento a la hora de construir una estrofa decimal.
Por tal motivo, como una forma de generalizar el conocimiento entre los docentes, los estudiantes y la colectividad en general nos proponemos revalorizar la Jornada “Enseñanza para la construcción de la Décima Espinela”, facilitada por un docente quien debe ser especialista en el área. Esperamos contar con su grata aceptación y apoyo para socializar este género poético por toda mi Venezuela. Estamos a sus gratas órdenes para colaborar y mejorar las debilidades que hemos observado en la construcción de la décima espinela. Un abrazo.
Texto: José Gregorio Figueroa Delgado (El Figue)
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