El territorio que hoy conocemos como Venezuela es un mosaico histórico tejido con los cimientos de antiguas ciudades coloniales. A mediados del siglo XVI, en un período de intensa exploración y colonización, tres núcleos urbanos clave emergieron en el mapa, marcando el inicio de importantes centros de desarrollo: Santo Tomé de Guayana (hoy Ciudad Guayana), Trujillo y Mérida. Sus fundaciones, a solo cuatro años de diferencia entre sí, son capítulos esenciales de nuestra historia.
Santo Tomé de Guayana (1554): La Puerta del Oro
Aunque la ciudad que hoy conocemos como Ciudad Guayana fue formalmente establecida en el siglo XX, su antecesora histórica, Santo Tomé de Guayana, tiene sus raíces en el año 1554. Esta fundación inicial se dio en el contexto de la búsqueda de El Dorado y la necesidad de establecer un puesto de avanzada para la exploración del vasto y prometedor territorio del río Orinoco y la Guayana.
La ubicación original de Santo Tomé, sin embargo, estuvo marcada por la inestabilidad. La ciudad fue refundada y reubicada varias veces a lo largo de los siglos debido a los constantes ataques de piratas, especialmente neerlandeses, y a las difíciles condiciones geográficas. No obstante, este primer asiento de 1554 simboliza el inicio de la ocupación y el control español sobre una de las regiones más ricas en recursos del país, el actual estado Bolívar. Hoy, Ciudad Guayana es un centro industrial y energético que honra ese espíritu pionero y la riqueza de su subsuelo.
Trujillo (1557): Nuestra Señora de la Paz
El occidente venezolano vio nacer a Trujillo en 1557 bajo el nombre de Nuestra Señora de la Paz de Trujillo. Su fundación es un caso paradigmático de la tenacidad de los colonizadores, pues la ciudad es conocida históricamente como la «Ciudad Portátil». Al igual que Guayana, Trujillo tuvo que ser trasladada hasta siete veces debido a la hostilidad de las tribus locales (especialmente los cuicas) y las condiciones poco favorables de sus primeros asentamientos.
El encargado de este asentamiento inicial fue el explorador Francisco Ruiz. La búsqueda de una ubicación estable y fértil llevó a la ciudad a moverse por valles y montañas hasta que finalmente se consolidó en su emplazamiento actual. La fundación de 1557 no solo buscaba explotar los recursos agrícolas de los Andes, sino también servir como punto de conexión entre el interior del país y el Lago de Maracaibo, afianzando la presencia española en los Andes venezolanos.
Mérida (1558): La Dama de Nieve Eterna
Apenas un año después de Trujillo, en 1558, se fundó la ciudad de Mérida en el valle de los Tatuy, en las alturas de la cordillera andina. El capitán Juan Rodríguez Suárez fue su fundador, nombrándola en honor a su ciudad natal en Extremadura, España.
Mérida se estableció en una meseta de clima frío y fértil, flanqueada por las majestuosas cumbres de la Sierra Nevada. Este emplazamiento, más aislado que el de otras ciudades costeras, permitió que Mérida desarrollara una cultura y una identidad profundamente arraigadas en la tradición andina y académica. Desde sus inicios, se distinguió por su vocación intelectual y religiosa, que culminaría siglos más tarde con la fundación de la Universidad de Los Andes (ULA).
La fundación de Mérida fue crucial para la integración del territorio andino al mapa colonial, asegurando el control sobre vastas tierras productivas y estableciendo un centro de poder administrativo, religioso y educativo que, hasta el día de hoy, la define como una de las ciudades más importantes y bellas de Venezuela.
Estas tres fundaciones del siglo XVI son la prueba de la expansión colonial en Venezuela y el origen de importantes centros culturales, económicos y políticos que aún definen la geografía y la historia nacional.
Únete a nuestro canal en Telegram.
¿Eres talento venezolano y deseas que publiquemos tus notas y sonemos tu música? Envíanos el material a otilcaradio@gmail.com
Contribuye con la promoción y difusión de la
producción artística venezolana, realiza tu aporte



