A la memoria de un gran amigo de mi época de Juventud: Armando Salazar Brito
Venía del estadio, después de haber visto un gran juego de pelota, pensando cómo comenzar esta crónica de un juego tan espectacular.
No puedo comenzar esta historia sin aplaudir al equipo de los Bagres. Es un gran equipo. Esos muchachos no deben albergar ninguna frustración. Ninguna!
Otra cosa importante, es valorar nuestro equipo. Esta victoria es de un gran equipo que mete a TODOS
LOS MUCHACHOS, A SU FAMILIA Y A LOS TÉCNICOS. Esta victoria es una suma de voluntades y sacrificios.
Es importante destacar, la labor de julio Brito. Estuvo perfecto en el montículo en este juego. Lució como un gran pitcher y como un gran jugador.
Sin embargo, el juego tuvo una historia muy cerrada. En último Inning, el juego tenía un empate: 1 a 1. Esto habla de este gran juego y dos grandes equipos. Vale la pena, volver a oír en repetición y con la voz de Simón González Maza y Fermín Rivero su desarrollo. Las voces de estos dos paisanos, cargaron de más emoción este juego.
La historia pudo estar en el séptimo Inning. Los Bagres ponen tres corredores en base al recibir base por bolas En el Inning había entrado Gabriel Marín Salazar, que debo decir sin temor a equivocarme, es un peloterazo (viene de Emiro Salazar). Verlo, es ver a su abuelo y a su tío (Armando Salazar) hace 40 o 50 años atrás soñando con el béisbol.
Gabriel con las bases congestionadas y cuando Jorge Luna se movía hacia él para animarlo, desde el montículo, lo detiene y con gesto, se ve que le dice: yo puedo. Un acto de valentía y fuerza como deportista. Gabriel toma un «roling» y produce un «doble play»: tira a home y el tiro perfecto a primera. Luego otro out de leyenda y un cero de historia. Un cero, que estoy seguro hizo brincar en el cielo al gran compañero de nuestra juventud Armando Salazar Brito.
Van extrainning y en el cierre de uno de los extra Inning; El Maco con dos hombres en las bases y dos out; viene al bate Mervys Marcano, nieto de Mongo, sobrino de Coquillo e hijo de Mervys Marcano (hijo de Mongo y Teresita) suena un tablazo sobre segunda y el estadio se llenó de tambores y alegrías. A la tribuna se le olvidó (por la alegría) un lema: Seguimos y somos el Papá.
El juego lo ganó Gabriel Marín ( entró a relevar) y con una de Lindura de pitcheo de Julio Brito. Un juego espectacular; verdaderamente espectacular. Habrá más historia de este juego.
Evaristo Marcano Marín
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