El mundo conoce lo extraordinario que fue Carlos Cruz-Diez en la Artes plásticas. Pero además de eso, el maestro era guitarrista y compositor. Algunas de sus canciones las grabó su buen amigo Alfredo Sadel y además enseñó al maestro Jesús Soto a tocar la guitarra. Ni en el taller y, por supuesto, tampoco en las reuniones familiares, faltaba la música. Estudió música con Blanca Estrella y también composición.
En su casa se reunían los maestros José Antonio Abreu, Jesús Sevillano, Frank Di Polo y muchos otros artistas venezolanos con los que siempre hubo un intercambio musical. Cruz-Diez era un melómano.
La música era parte fundamental, no solo de su vida, sino de su trabajo. En un software que diseñó su hijo Carlos Cruz-Diez Delgado , en 1995, propone que el usuario interprete a una pieza de Cruz-Diez así como los músicos interpretan las partituras.
“Uno fabrica su propio su propia obra, la interpreta. El programa dice: como un músico interpreta una partitura usted, con estas tramas y colores, interpreta una de mis obras”, explicó Cruz-Diez Delgado.
Fuente: El Sistema
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