HUELLAS Y PRESENCIAS INSULARES: CUBAGUA OLVIDADA (I)

La primera ciudad construida por los españoles en Venezuela, Nueva Cádiz de Cubagua, fue declarada Bien de la Nación en el año 2000. Pero de nada sirve su estatus. Sin vigilancia alguna, las ruinas de la urbe nacida hace 500 años han sido intervenidas y pierden valor. Cubagua es hábitat de cactus y viento, tierra seca rodeada de un mar que se regodea en lucir todas las tonalidades del azul. Es desierto. Sed. Soledad. Silencio. Pero Cubagua es también historia. Unas sobre otras, sus piedras son el único testimonio que queda de lo que fue el auge y caída de la primera ciudad española no sólo en Venezuela sino en Suramérica: Nueva Cádiz. Fue una urbe próspera que se alojó hace 500 años en la aridez de esta isla del estado Nueva Esparta y que vivió gracias a una sola riqueza: las perlas. Cubagua dio inicio a la nacionalidad venezolana y es una metáfora del país que sobreexplota un recurso.

Declarado Monumento Histórico Nacional en 1979 y Bien de Interés Cultural de la Nación en 2000, lo que podría ser un patrimonio mundial, es un ejemplo de desidia. A pesar de su valor histórico, es hoy en día tierra de nadie.

Aún pueden verse vestigios del trazado urbano de lo que fue una ciudad que llegó a tener mil habitantes, siete calles, tres iglesias, un ayuntamiento; una casa fuerte, un mercado, numerosas casas y comercios.

Nada queda en pie, pero es posible imaginar el tamaño de la urbe desde las pocas bases que aún existen de las edificaciones.

Estos escasos restos están bajo la administración del Instituto de Patrimonio Cultural, sin embargo, se hallan abandonados, sin vigilancia alguna, a merced de que cualquier visitante se lleve un pedazo de pared como souvenir para su sala. Las ruinas de Nueva Cádiz sólo tienen la compañía de las bolsas, botellas plásticas y basura que les ofrece a diario el mar.

“Ahora las ruinas están arruinadas”, dice Mario González, habitante de Cubagua y testigo de lo que él piensa que no ha sido sino un mar de engaños.

“Murió el hermano mío esperando las promesas de los gobiernos para Cubagua, después me moriré yo y quedarán las promesas sembradas. No sé si están esperando que se muera todo el mundo aquí para coger a Cubagua y hacer con ella lo que les dé la gana”, dice desde su casa en Charagato, el pueblo de 30 habitantes de la isla, que está a una hora aproximadamente del lugar donde hace 5 siglos se asentó Nueva Cádiz.

Mario González y su hermano Víctor fueron declarados por el IPC como patrimonio viviente de la isla. Aun cuando es el representante del pueblo, siente que su voz no es escuchada. “Hemos visto mucho de la historia de Cubagua, de lo que se llevaron de aquí, lo que puede recuperarse y no se ha recuperado, de los engaños que nos han hecho”, insiste mientras mira atentamente al mar, que tiene su casa a los pies como derecho de frente.

Parque temático

En 2007 el IPC anunció el inicio de obras en la isla, según el concepto de que no sólo las ruinas tenían un valor patrimonial sino todo su entorno. La idea era crear allí el Parque Arqueológico, Paleontológico y Geológico de Venezuela. El proyecto, anunciado por el entonces ministro de la Cultura Francisco Sesto a los habitantes de la isla en agosto de ese año, tenía un presupuesto de 3 millones de bolívares fuertes e incluía no sólo la restauración de las ruinas, sino la creación de un museo, un laboratorio, una escuela de campo de arqueología, senderos de interpretación y obras para mejorar la calidad de vida de la comunidad. (Continuará)

(Fuente: www.el-nacional.com Caracas, 04 de diciembre de 2011 Mireya Tabuas)

Recopilación: Verni Salazar

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