Bajo el poderoso mensaje de “Imparables”, ha nacido un movimiento que trasciende una historia personal para convertirse en un propósito colectivo. Es el llamado a todo venezolano —y ciudadano del mundo— a creer que los sueños no tienen límites, y que la convicción y la resiliencia son suficientes para transformar la vida propia y la de otros.
Este espíritu tiene rostro y nombre: Juan Pablo Dos Santos, un joven de 26 años que se prepara para correr el próximo 2 de noviembre el exigente Maratón de la Ciudad de Nueva York utilizando prótesis en ambas piernas.
Su historia es un espejo de la esencia venezolana: la de un hombre que, hace seis años, perdió sus piernas en un accidente automovilístico, pero que eligió transformar su dolor en propósito. Antes futbolista, Dos Santos ya conocía el significado de empezar de nuevo tras una lesión de rodilla, pero la vida lo puso frente a un desafío mayor que decidió enfrentar con una pregunta diferente: no «¿por qué a mí?», sino «¿para qué me pasó esto?«.
De Caracas a Nueva York: Kilómetros de Convicción
Desde entonces, Juan Pablo ha dedicado su vida a la superación, la creación digital y las conferencias motivacionales, inspirando a miles. Hoy, se enfrenta a su reto más grande: correr entre 16 y 17 horas continuas en Nueva York, no solo para llegar a la meta, sino para demostrar que la resiliencia y el esfuerzo son motores colectivos.
Su recorrido como atleta amputado comenzó en la capital venezolana, donde completó la media maratón CAF 2025 en cinco horas, 19 minutos y 41 segundos. “Terminar CAF fue demostrarme que lo que un día soñé era alcanzable; que no sería nada fácil, pero si estaba dispuesto a pagar el precio, los kilómetros se convertirían en oportunidades,” recuerda Dos Santos.
Tras esa victoria, viajó a Colombia para obtener sus primeras prótesis de correr y entrenarse con disciplina para nuevos retos. El siguiente fue la media maratón de Madrid, que completó en cinco horas, 51 minutos y dos segundos, convirtiendo cada carrera en un símbolo de que lo imposible solo existe en la mente.
Ahora, bajo el grito de “Imparables”, Juan Pablo Dos Santos no correrá solo por él. Su meta es honrar a cada venezolano que ha aprendido a levantarse, a cada persona que sueña sin rendirse y a cada historia que demuestra que la verdadera victoria es creer que somos suficientes para alcanzar lo que soñamos.
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