Pedro Antonio Ríos Reyna: El arquitecto del sonido venezolano

Pedro Antonio Ríos Reyna: El arquitecto del sonido venezolano

En el día de su natalicio (16 de noviembre de 1905), es imprescindible honrar la memoria de Pedro Antonio Ríos Reyna, un músico tachirense que se erigió como una de las figuras más influyentes del siglo XX venezolano. Violinista, compositor, director de orquesta y, sobre todo, un visionario promotor cultural, Ríos Reyna no solo ejecutó música, sino que construyó las bases de la infraestructura musical del país.

Nacido en Colón, estado Táchira, su virtuosismo con el violín se manifestó antes de la adolescencia, lo que motivó su traslado a Caracas para una formación profesional que lo convertiría en leyenda.

El Pilar de la Sinfónica y el Impulso Docente

Ríos Reyna forjó su camino en la Escuela de Música y Declamación (actual Escuela Superior de Música “José Ángel Lamas”), donde estudió bajo la guía de maestros de la talla de José Lorenzo Llamozas, Vicente Emilio Sojo y Juan Bautista Plaza. Tan solo siete años después de iniciar su formación en 1913, ya se dedicaba a la docencia en la Escuela Superior de Música.

Su más grande contribución, junto a Vicente Emilio Sojo, fue la cofundación, en 1930, de la Orquesta Sinfónica Venezuela (OSV). Dentro de esta institución, Ríos Reyna no solo ejecutó el violín concertino, sino que se convirtió en su alma y motor: fue concertino durante 33 años, presidió su junta directiva en dos oportunidades y fungió como Director Musical en varias ocasiones.

Durante la década de los veinte, ya era un músico activo, trabajando como violinista de cine mudo y en una compañía privada de ópera, además de ser miembro de la Unión Filarmónica de Caracas e Inspector de bandas militares. En esta etapa, promovió activamente la música académica en la Radiodifusora Nacional y Radio Nacional de Venezuela.

El Gran Promotor Cultural

La visión de Ríos Reyna trascendió las partituras. Fue el principal impulsor de iniciativas que hoy son esenciales para la vida cultural venezolana, incluyendo la creación del Ateneo de Caracas, la Orquesta de Cámara de la Universidad Central de Venezuela, la Coral Filarmónica de Caracas y la construcción de la Concha Acústica de Bello Monte.

Su gestión al frente de la OSV fue determinante. No solo promovió programas de ópera con invitados internacionales como Stravinski y Arrau, sino que impulsó la necesidad de una sede permanente. Esta lucha se materializó en el proyecto del Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño.

Tragedia y Legado Imperecedero

La brillante carrera de Ríos Reyna como intérprete tuvo un quiebre en 1963, cuando un accidente afectó la movilidad de su dedo meñique. Sin embargo, esto no detuvo su compromiso: continuó en la orquesta como formador, director y presidente.

En 1970, fundó la Orquesta Experimental de la Orquesta Sinfónica Venezuela, una iniciativa que es considerada la precursora del vasto y exitoso movimiento musical conocido hoy como El Sistema, liderado por el maestro José Antonio Abreu.

Desafortunadamente, su vida terminó abruptamente el 13 de febrero de 1971 en Nueva York, arrollado por un vehículo mientras realizaba gestiones para la Orquesta. Fue velado en capilla ardiente en el Teatro Municipal de Caracas.

En un justo homenaje a su obra y a su incansable labor en pro de la música, la sala principal del Teatro Teresa Carreño lleva su nombre, así como la Casa de la Cultura de su nativa San Juan de Colón, sellando su legado como el arquitecto sonoro de Venezuela.

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