La artista plástica hace su propuesta a través del puntillismo y los mandalas, técnicas que fusiona con maestría. Su propuesta única es referencia artesana.
Punto por punto va naciendo una imagen. El trabajo de Mariela Morales materializa a las vírgenes, las cotorras parecen cantar y levantar el vuelo, mientras que los paisajes sirven de mandala donde entrar y pasear mientras se les mira. Así es la labor de esta artista plástica.
Fue en Nueva Esparta donde desarrolló un don que siempre estuvo con ella. Sus creaciones son expuestas y vendidas cada sábado en la Feria de Arte de La Asunción, donde cientos de emprendedores como ella, ofrecen sus mejores productos.
Esta venezolana, nacida en La Guaira, estudió hasta el 6to semestre de arquitectura y ese roce lo llevó a la actividad artística, donde se ha desarrollado como retratista, paisajista y naturalista empleando un collage de técnicas basada en el puntillismo y los mandalas.
Para decorar su casa, comenzó a pintar una virgencita del Valle y al verla una amiga le pidió que preparara una muestra para hacer una exhibición en su café-galería. No hubo tiempo: las 20 piezas que había creado para tal fin fueron vendidas apenas las exhibió en una feria artesanal.
Amor por la Virgen del Valle
La advocación mariana es lo que la gente más busca entre sus creaciones, eso y los retratos. “Todo comenzó porque en una cena con unos amigos, al salir, vi que la calle estaba llena. -Relata la creadora- Iban en procesión hasta El Valle ¡desde Juan Griego! Eso me conmovió tanto que al siguiente día me levanté a pintar a la Virgen y desde entonces lo hago con mucho amor”.
La inspiración es su única guía para crear a la Patrona de Oriente y de los pescadores. “Para los retratos pido una fotografía y de allí me guío. He tenido experiencias maravillosas y conmovedoras como aquellos que inmortalizan a sus mascotas fallecidas. Su reacción es única”.
Y aunque comenzó haciendo mandalas decorativos, es en la figuración donde ha encontrado el sustento para mantenerse. Su arte, aunque popular, es bien apreciado por propios y extranjeros, quienes quedan atrapados en sus puntos.
De 15 a 20 días tarda en elaborar cada pieza. Hay que recordar que el puntillismo consiste en una técnica que emplea los puntos en lugar de trazos. La destreza para ejecutarla debe ser mayúscula en vista de que el degradé, las texturas, los claroscuros y demás elementos de la composición se hacen, literalmente, a cuenta gotas.
“Los tamaños que más vendemos son los que van de 25 cm x 30 cm y los de 40 cm x 35, pero me he encontrado que el turista me pide otro soporte. Yo uso madera, pero los costos se han disparado de tal manera que debo migrar a la tela, que a la vez es más conveniente para el viajero porque es más portable y ligera”, comentar la emprendedora, para quien la situación actual la obliga constantemente a reinventarse.
Y antes que una capa de resina selle cada punto hecho con pintura al frío la artista deja su impronta en cada creación. El cliente se encontrará con escenarios y figuras que le harán pensar en que el arte tiene su punto.
EMPRENDEDORA
Al no contar con tienda física, como muchos emprendedores tiene su lugar en la Feria de La Asunción cada sábado desde las 4:00 de la tarde.
En Instagram a través de su cuenta @mariela.amarte y por los teléfonos: 0424.840.7422 y 0424.874.6189.
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