El Tercer Domingo de Adviento, que tradicionalmente cae en la mitad del ciclo de preparación hacia la Navidad, es conocido litúrgicamente como «Gaudete» (Alégrate) y marca un cambio de tono en la espera. Si bien el Adviento es un tiempo de vigilia, penitencia y reflexión, este domingo introduce un elemento de profunda alegría por la inminente llegada del Salvador.
El Significado del «Gaudete»
La palabra Gaudete proviene de la antífona de entrada de la Misa de este día, que se toma de la carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (Filipenses 4:4-5): “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.”
Este mensaje de gozo y cercanía es el corazón del Tercer Domingo de Adviento. Es un recordatorio de que la espera está llegando a su fin y que la razón última de la esperanza cristiana está por manifestarse.
El Simbolismo Litúrgico
Dos elementos visuales y litúrgicos distinguen este domingo del resto del Adviento:
- El Color Rosado: En la mayoría de las parroquias, el color litúrgico pasa del morado (que simboliza penitencia y preparación) al rosado o rosa pálido. Este color se utiliza como un signo de la alegría que irrumpe en medio de la disciplina del Adviento. Es un respiro, una pausa que celebra la esperanza cumplida.
- La Vela Rosa de la Corona de Adviento: En la Corona de Adviento, se enciende la tercera vela, que es de color rosa. Esta vela es un poderoso símbolo de la alegría por el nacimiento que se acerca. Las primeras dos velas, moradas, representan la esperanza y la paz. La vela rosa, al ser encendida, nos invita a la alegría de saber que el Mesías está a las puertas.
Las Lecturas Bíblicas: Alegría en la Desolación
Las lecturas de este domingo reflejan el tema de la alegría en un contexto de paciencia y expectativa:
- Primera Lectura (Isaías 35:1-6a. 10): El profeta Isaías anuncia la alegría y el florecimiento del desierto: «El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa.» Es una visión de la renovación de la naturaleza y de la humanidad a través de la venida de Dios.
- Evangelio (Mateo 11:2-11): Presenta el encuentro entre los discípulos de Juan el Bautista y Jesús. La pregunta de Juan sobre si Jesús es el Mesías es respondida con las obras que realiza (curaciones, evangelización a los pobres), que son las señales de alegría y cumplimiento anunciadas por los profetas.
Un Llamado a la Acción y la Esperanza
El Adviento Gaudete no es solo una celebración pasiva. Es un llamado a que la alegría de la fe se manifieste en acciones concretas de bondad y paciencia, tal como lo pide San Pablo.
Al encender la tercera vela, la comunidad es invitada a reflexionar sobre cómo puede hacer visible esa alegría en el mundo: a través de la caridad, el perdón y la esperanza firme en el mensaje de la inminente llegada de Jesús. Es un mensaje de consuelo y certeza: El Señor está cerca.
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