El turpial venezolano o troupial es un ave pertenece a la familia de los ictéridos, originaria del continente americano, es de aspecto pequeño, mide aproximadamente entre 15 y 22 cm, tiene la cabeza y las alas de color negro y el resto del cuerpo amarillo. Pueden vivir solos o en pareja y su canto melodioso es muy peculiar.
El turpial venezolano, es una hermosa ave cantora que se diferencia de otras aves, por su plumaje de color negro en la cabeza, parte del pecho y alas; el resto del cuerpo es amarillo terroso, casi anaranjado. Los tonos de su plumaje van con la edad, los turpiales amarillos son los más jóvenes, y los adultos anaranjados.
En sus alas posee una fina línea de color blanco. Llega a medir entre 15 y 22 cm. Su pico es coniforme, haciéndose puntiagudo de forma extrema.
Existen dos teorías al respecto: la primera sostiene que proviene de raíces indígenas; y la segunda, en voz del estudioso de la flora y fauna venezolana Bruno Manara, indica que se debe a la forma onomatopéyica de su canto, que puede escucharse como turu-pio, turu pio.
Con respecto al rigen del turpial, fue introducido al Caribe hace más de dos siglos, probablemente como ave ornamental, y se ha dispersado naturalmente a las islas cercanas. Es nativo de la cuenca del Río Amazonas y habita en la mitad norte de Sudamérica.
El turpial venezolano, habita en casi todo el territorio nacional venezolano, en solitario o en pareja. Prefieren los lugares cálidos como los llanos, los cardonales, los matorrales espinosos, los bosques que pierden las hojas y los bosques en los márgenes de los ríos.
Tiene un canto sonoro, melodioso y variado, que suele escucharse al amanecer, aunque emite sus llamados y fraseos a cualquier hora del día. Los machos suelen cantar más que las hembras.
Esta ave nacional, habita en casi todo el territorio venezolano, alcanzando en sus viajes los llanos orientales de Colombia y Panamá, así como el resto de la zona norte de Suramérica.
El turpial se alimenta de insectos, frutas, huevos de otras aves, y ocasionalmente de aves más pequeñas.
Ordinariamente recorre las sabanas y selvas de galería que son zonas cálidas y de poca precipitación, donde consigue las provisiones necesarias que constituyen su dieta, tales como insectos, frutas, huevos de otras aves y ocasionalmente una que otra ave más pequeña.
El turpial de mayo a junio se reproduce, y es que, los turpiales raras veces construyen sus propios nidos, más bien suelen utilizar los que hayan sido abandonados, o en algunos casos expulsan de manera agresiva a los ocupantes, ya que, después que tienen el nido en su poder lo defienden ferozmente de cualquier intruso.
La puesta es de 3 a 4 huevos, la incubación la hace sólo la hembra; cabe destacar que los pichones son alimentados por ambos padres durante aproximadamente 15 días, así como también intentan anidar hasta dos y tres veces durante su período reproductivo.
Tal fertilidad pudiera ser una de las razones por las cuales, a pesar de la cacería y el comercio a que es sometido, siga siendo todavía un ave común en estado silvestre en muchos lugares de su rango geográfico.
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