​Éxito rotundo en el recital Adviento y Gratitud 

La Iglesia La Ascensión del Señor de Cumbres de Curumo fue el escenario de una noche de profunda espiritualidad y arte el pasado domingo 30 de noviembre, marcando de forma memorable el Primer Domingo de Adviento. El evento, titulado «Recital Adviento y Gratitud«, fue protagonizado por el talentoso niño pianista Samuel Abraham González Quintero junto al distinguido Cuarteto de Cuerdas Otilca Caracas, dejando una huella imborrable en la concurrida audiencia.

​El ambiente de expectación y fe propio del Adviento se integró perfectamente con la ejecución de los artistas, logrando una síntesis entre la preparación para la Natividad y una sentida expresión de agradecimiento a través de la música.

​La Voz del Niño Protagonista: Gratitud y Fe

Samuel Abraham González Quintero no solo cautivó con su maestría al piano, sino que también tomó la palabra en varias ocasiones para dirigirse a los asistentes. El niño músico expresó su profunda felicidad y honor por la gran asistencia del público.

​En un gesto de sincero reconocimiento, Samuel Abraham hizo un agradecimiento especial a su amigo Juan Pablo Martínez Carrillo y a toda su familia por el inmenso apoyo brindado, destacando que su respaldo ha sido un pilar fundamental en su desarrollo académico, personal y familiar.

​Además, enfatizó su profunda fe, destacando su agradecimiento a Dios por todas las oportunidades que se le están presentando en su carrera artística. Sus palabras resonaron con humildad y convicción.

​Virtuosismo y un Hito Compositivo

​El Cuarteto de Cuerdas Otilca Caracas, conformado por Ruben Mezones (Director y Concertino), Ezequiel Chacón (Violín II), Karella Hernández (Viola) y Ángel Jiménez (Violoncello), demostró su maestría. El programa incluyó una exquisita selección:

​Tras la emotiva introducción con piano solo a cargo de Samuel Abraham (Para ElisaToccata de Khachaturian y Nocturne Nº2 de Chopin), la orquesta se unió para interpretar obras de profunda connotación religiosa (Ave verum corpusAdeste Fideles) y clásicos contemporáneos.

​El momento más relevante fue el estreno mundial de la composición «La Dulce Queja», una obra original del propio concertino y director del Cuarteto, Rubén Mezones. Este debut subraya la vitalidad creativa de Otilca. El repertorio se completó con melodías como YesterdayImaginePor una cabeza, y la energía criolla de Aires de VenezuelaQuisiera, la Gaita Onomatopéyica y la emotividad de Venezuela.

​La Gracia de Dios en el Talento Humano

​El Padre Efrén Cisneros, párroco de la Iglesia, elogió a los jóvenes músicos y destacó la trascendencia del evento:

«Es fundamental que los jóvenes no solo cultiven su talento, sino que perseveren en compartirlo con la gente, pues todo aquello que es plenamente humano resulta grato a Dios

​Este mensaje resonó profundamente entre los asistentes, subrayando el valor espiritual del arte.

​Celebración de Fe, Gratitud y Familia

​La participación especial de la familia González Castrillo añadió una capa de emotividad al recital: Samuel González Castrillo (padre de Samuel Abraham y fundador de Otilca) se unió a la orquesta con el cuatro, la guitarra y la viola; Luzbimar González Castrillo (tía) brindó su voz; y Daniel Quintero (hermano) participó en el violín y el cuatro.

​Los asistentes manifestaron su inmensa alegría por haber disfrutado de este «momento tan especial», un recital promovido por el niño Samuel Abraham que logró una perfecta síntesis de Fe, Gratitud y Familia en el pórtico del tiempo de Adviento.

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