La bendición a Foster y tráiganme a mi mamá

El sábado 27 de febrero de 1.971 se enfrentan en el Nuevo Circo de Caracas Vicente Paul Rondón y el estadounidense Jimmy Dupree en un combate por el título vacante del peso mediano de la Asociación Mundial de Boxeo. Luego de cinco parejos asaltos, en el sexto el nativo de South Carolina cae a la lona, víctima del trinitotolueno en los nudillos del criollo, para no volver a levantarse y el público celebra a su campeón mundial.

El Muchachote de Barlovento realiza cuatro defensas de su título ese mismo año, ganándolas todas y  tres de ellas por la vía del cloroformo. Rondón al ser requerido por la prensa especializada después de cada combate, abría su declaración con una frase recurrente, la bendición a mi mamá y que me traigan a Foster. Referíase el nativo de Rio Chico al norteamericano Bob Foster, campeón del Consejo Mundial de Boxeo en su misma categoría y quien se había aventurado en la división de los completos  enfrentando rivales de la talla de Joe Frazier.

El 27 de junio de 1.972 se realiza la esperada pelea en el Miami Beach Convention Hall y Bob Foster aniquila las esperanzas del criollo que no pudo ir mas allá del segundo round. Esa noche murió una parte del Muchachote de Barlovento y nació una leyenda del deporte de las narices chatas en Venezuela.

Una de las anécdotas mas populares de la época indica en tono de broma que después de la paliza que recibió Rondón por parte del boxeador de Albuquerque, declaró: la bendición a Foster y que me traigan a mi mamá!

Texto: José Ramón Quero

Únete a nuestro canal en Telegram.

¿Eres talento venezolano y deseas que publiquemos tus notas y sonemos tu música? Envíanos el material a otilcaradio@gmail.com

Compartir