La fe y el talento venezolano protagonizan un capítulo memorable en Roma, con la histórica jornada de canonización de los beatos José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles. En el corazón del catolicismo, un músico se alza como símbolo de este orgullo nacional: Samuel Abraham González Quintero, un niño pianista margariteño de tan solo 10 años, quien se encuentra en el Vaticano integrando la delegación musical de la Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela.
Samuel Abraham es el Embajador Artístico del Grupo Otilca, y su participación en esta misión histórica es motivo de inmensa felicidad y regocijo. Estamos inmensamente felices por este logro tan maravilloso, que marca un momento histórico y único para la fe y devoción de toda Venezuela.
El niño pianista, quien forma parte de la prestigiosa selección nacional, está cumpliendo una agenda solemne y artística en la capital de la cristiandad. Su presencia en la Plaza de San Pedro, donde se realiza la solemne celebración de la Canonización, es una elevación del arte criollo en el plano internacional.
El Sello UEJE-OTILCA: Educación Personalizada y Desarrollo Integral
Detrás del éxito de Samuel Abraham, y de su capacidad para representar a Venezuela en un escenario de esta magnitud, se encuentra la confluencia de dos modelos formativos de excelencia. Samuel cursa actualmente el Quinto Grado en la Unidad Educativa Johnny Escobar Figueroa (UEJE).
Sus primeros pasos en el mundo musical se dieron en el Maternal Musical de la Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi Otilca. Esas sólidas bases tempranas en la iniciación artística fueron clave, y se vieron fortalecidas en su formación profesional gracias a su ingreso a El Sistema (Fundación Musical Simón Bolívar), donde desarrolla su talento pianístico en el Núcleo Chacao.
El caso de Samuel Abraham es el resultado de la sinergia entre la educación personalizada de Otilca y la excelencia orquestal de El Sistema. Demuestra que las bases sólidas proporcionadas por Otilca en el desarrollo integral y feliz del niño son el cimiento perfecto para que la formación musical de alto nivel en El Sistema impulse su talento a escenarios internacionales.
Esta trayectoria es la prueba viviente de que la educación personalizada es garantía de desarrollo integral y feliz de los niños de nuestro modelo educativo. Al nutrir las pasiones individuales y facilitar el acceso a plataformas de crecimiento artístico, el modelo UEJE-OTILCA asegura que niños como Samuel no solo alcancen la excelencia académica y artística, sino que también se conviertan en dignos embajadores de su país y de su fe ante el mundo.
El caso de Samuel Abraham es la prueba viviente de que la educación personalizada es garantía de desarrollo integral y feliz de los niños de nuestro modelo educativo. Al proporcionar un entorno que cree en el potencial ilimitado de sus estudiantes, el modelo UEJE-OTILCA asegura que niños como Samuel no solo alcancen la excelencia en el arte, sino que también se conviertan en dignos embajadores de su país y de su fe ante el mundo.
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