El 18 de mayo 2024, se cumplieron 64 años de la suspensión del veto criminal que sufriera el maestro Billo Frómeta, aplicado por la Asociación de Autores y Compositores de Caracas, comandada por un grupo de músicos envidiosos y revanchistas, que no soportaban el éxito y la popularidad del director dominicano, quien con esfuerzo tesonero y dedicación, convirtió a su orquesta en la mejor y más popular del país y la más requerida por la élite bailable, con un nutrido mercado cautivo que enloquecía de celos a los dirigentes de las orquestas rivales.
El veto comenzó el miércoles 4 de septiembre de 1957, y finalizó el miércoles 18 de mayo de 1960. Fueron 973 días fuera del ambiente musical y fiestero que este grupo de seudodirigentes le quedó debiendo a Billo y a la producción musical y festiva de la época.
Pero este destacado director de orquesta no se duerme en los laureles y siempre hiperactivo, trabajador y productivo, entre octubre de 1957 y julio de 1958, crea la orquesta Los Melódicos asociado con el empresario Renato Capriles, cuyo debut se materializa el sábado 12 de julio en el programa semanal televisado “Su revista musical”. En 1959, por no poder trabajar en el país, Billo enfila baterías hacia Cuba, fija residencia en el hotel Sevilla de la Habana, y desde allí comienza una producción musical indetenible.
En febrero de 1959, con una orquesta de músicos de la Sinfónica de Cuba que le organizó el técnico en sonido Medardo Montero y asesoría de Bebo Valdés; produce el primer LP de la orquesta Billos titulado: “Carnival with Billo”, con el cantante Víctor Piñero. En mayo, produce el LP: “Evocación”, con el cantante Alberto Beltrán. En Julio en Nueva York, graba el LP: “Tres viejos amigos”, con sus coterráneos Simó Damirón y Hernesto “Negrito” Chapuseaux. “La Lisa, Maracaibo” es su cuarta producción en septiembre de ese mismo año, con los cantantes Carlos Díaz y Alberto Beltrán. En noviembre 1959 graba el LP: «Navidad con Billo«, con el cantante cubano Pio Leyva y finaliza esta productiva tarea grabando el LP: «Oyendo a Billo«, en marzo de 1960, con los cantantes Pío Leyva, Carlos Díaz y Alfredo León. Además, realiza producciones discográficas para algunos cantantes venezolanos que van a grabar con él a Cuba.
Pero en febrero de 1960, Billo comienza a organizarse para solicitar la reconsideración de su caso ante la magnánima e inquisidora asociación por recomendación de algunos músicos que lo animan y lo convencen de que las condiciones están dadas para solicitar la suspensión del veto, toda vez que hay cambio de junta directiva. El 18 de mayo de 1960, es anulado el veto a Billo y con ello se dan las condiciones para que el mejor director de música bailable en Venezuela reflexione sobre su conducta, aprenda de los errores cometidos, cambie su tono agresivo y explosivo y se prepare razonablemente para un ambiente que tiene casi tres años extrañándolo.
Pedro Luis Aponte, saxofonista quien había trabajado con la primera Billos, se encarga de organizar la nueva orquesta. Muchos músicos se ofrecen a trabajar con Billo. En una entrevista en Barquisimeto, el cantante Felipe Pirela declaró: recuerdo que pasamos todo el mes de junio ensayando, éramos tres cantantes: Cheo García, Yayo Montes y yo y estábamos entusiasmados y nerviosos. Billo no tenía oficina y los ensayos se interrumpían a cada momento, porque la gente iba a contratar a la orquesta. Inclusive del interior del país llegaba gente que le pagaba por adelantado para tener su cupo asegurado. Empezamos en julio, y para el mes de diciembre todas las fechas hasta fin de año estaban vendidas, no había chance para un baile más…
Pero Billo sabe que llegó su momento y se prepara para hacer de Caracas su paraíso personal. Motivado por la gran alegría que le produjo la suspensión del veto, compone un joropo pasaje que tituló “Toy contento”, y con ello pareciera enviar una sana y amigable advertencia a sus rivales: aquí estoy de nuevo y vengo a competir noblemente sin dañar a nadie, pero con la intención de poner a bailar a toda Venezuela…
Para mediados de la década del 70, Billo Frómeta y su orquesta habían tomado el control de la música bailable en el país, y aquellos músicos egoístas y envidiosos que le arrebataron 973 días a un honrado trabajador y al bienestar de su familia, estaban fuera del ambiente y sus orquestas habían desaparecido.
Recopilación: Yovani Barragán Z/2024
Fuente: Pérez Lárez, Jesús Rafael (2022). Billo Frómeta hombre y orquesta. Edición particular del autor. Contacto: jPerez0714@gmail.com
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