En un ambiente colmado de emoción, ternura y reconocimiento, la Unidad Educativa Johnny Escobar Figueroa (UEJE–Otilca) celebró su esperada actividad de prosecución, donde el protagonismo fue de los niños y su esencia única. El evento, realizado en el salón Nueva Cádiz del Hotel Venetur Margarita, marcó un cierre de ciclo que dejó huella en todos los presentes.
Con una decoración que combinó el azul institucional con el brillo dorado de los sueños, la ceremonia fue el reflejo de una comunidad educativa que cree en el poder de las emociones, el respeto y la formación integral. Los estudiantes fueron homenajeados con reconocimientos personalizados que resaltaban sus talentos, valores y fortalezas, reafirmando la filosofía de UEJE–Otilca: cada niño es un universo de posibilidades.
> “Hoy celebramos el alma de cada niño, su esencia. Esto no es solo una actividad escolar, es un acto de amor, de validación, de identidad. Cada reconocimiento entregado habla del compromiso que tenemos de formar con propósito y sensibilidad humana.”
— Vianis Mendoza, directora de UEJE–Otilca
Durante el evento, se escucharon palabras que conectaron con lo más profundo de los corazones presentes. Padres y familiares acompañaron a los niños en este emotivo rito de paso, mientras los docentes reafirmaban su vocación de enseñar con cariño y compromiso.
El fundador y director de Grupo Otilca, Samuel González Castrillo, expresó con orgullo:
> “Esta actividad es una manifestación de lo que soñamos al crear la Unidad Educativa Johnny Escobar: una escuela donde el niño no solo aprende, sino florece. Cada abrazo, cada sonrisa, cada mirada brillante que vimos hoy… confirma que vamos por el camino correcto.”
Por su parte, la fundadora Nathalia Quintero Cuartas también destacó:
> “UEJE es más que una institución, es una comunidad que celebra lo genuino. Ver a cada niño reconocido por lo que lo hace especial, es la semilla de ciudadanos conscientes, empáticos y felices.”
Además, se enalteció el extraordinario trabajo del equipo docente, cuyo compromiso y entrega diaria hacen posible que este modelo educativo se materialice con excelencia. Su vocación, sensibilidad y capacidad de formación integral fueron reconocidas como pilares esenciales de este proyecto transformador.
Felicitaciones a cada docente, por ser arquitectos silenciosos de un futuro más consciente y humano. Su labor no solo instruye: inspira, guía y marca vidas.
También se destacó el éxito del modelo educativo de Otilca–UEJE, una fusión que demuestra que es posible unir música, identidad, emoción y conocimiento en un solo sistema pedagógico. Este enfoque innovador continúa ganando reconocimiento por cultivar seres humanos íntegros, creativos y conectados con sus raíces.
Y para las familias que sueñan con una educación donde se cultiva el alma tanto como el intelecto, UEJE–Otilca anuncia que ya están abiertas las inscripciones para el nuevo período escolar. Es la oportunidad perfecta para formar parte de un espacio donde cada niño es acogido, respetado y motivado a brillar con su propia luz.
El compartir posterior entre familias, docentes y estudiantes selló la jornada con alegría colectiva, música venezolana, fotografías inolvidables y abrazos que resonarán por mucho tiempo en el corazón de todos. La esencia de cada niño fue protagonista, y con ella, la promesa de un futuro brillante.
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