César Julio Villarroel, músico y cronista margariteño

El peso de ser familia, de ser un orgulloso hijo de quien deseo dar algunos rasgos de su personalidad y vivencias, me impulsa al sensible desborde de las expresiones, ya que grande fue la diversidad de actividades y acciones por logros positivos de bienestar colectivo. 

Pero trataré de que mi exposición biográfica esté enmarcada dentro de la exactitud histórica. Ya sabrán que me estoy refiriendo al hombre que, el 11 de febrero de 1921, la ciudad de La Asunción lo vio nacer hace ya mas de 20 lustros, mas de 10 décadas, es decir, 101 años, a quien sería uno de sus hijos mas ilustres:, el prof.esor César Julio Villarroel a quien todos conocimos como el Prof. Julio Villarroel, o simplemente, el MAESTRO JULIO, quien fuera educador, músico, periodista y político. Y todo esto lo pudo ser porque a su caudalosa sensibilidad, unía un acopio de valiosos conocimientos y experiencias. Sentía profunda fe por los principios cristianos y sabía mantenerlos, de manera que, para actuar, visualizaba los caminos para evitar tropiezos o equivocaciones. 

Fue un ferviente católico cuya doctrina siempre propagó oralmente y por la prensa, siguió disciplinadamente la máxima evangélica de ir por la vida enseñando. Fue maestro de aulas, en las casas y centros de la cultura y en el desempeño de los cargos oficiales o de dirigente político.

Sus padres fueron el Dr. Felipe Villalba y Doña Josefa Villarroel. Nació en un hogar humilde y lleno de amor donde le fueron inculcados los grandes valores como la humildad, sensibilidad ante el dolor prójimo, honestidad, gratitud, prudencia, respeto y responsabilidad, los que fueron aplicados por él en toda su vida y que predicaba con el ejemplo.  

Desde joven (1938) tuvo que trabajar como Maestro Alfabetizador para ayudar en los gastos del hogar pero sin descuidar sus estudios.Es así como obtuvo el título de Maestro Normalista en el año 1943 en la primera promoción de la Escuela Normal de Cumaná. Que casualidad, la primera promoción de Maestros en Margarita, por decisión unánime de los graduandos del Instituto Nueva Esparta de Porlamar, del que era Subdirector, llevaría el nombre de Julio Villarroel, y sin embargo él convenció a sus alumnos para que le dieran el nombre de: Promoción Virgen del Valle.

Al graduarse de Maestro ejerció su profesión en diferentes escuelas de Margarita, de Carúpano, Cumaná y Puerto La Cruz. Llegando a los cargos de Director y Supervisor de Escuelas Primarias, tanto en Nueva Esparta como en el estado Sucre.

Contrajo matrimonio con Ysabelita Quijada Millán, con quien procreó cuatro (4) hijos: Julio César, Isabel Teresa (+), Astolfo José y Belkys Claret Villarroel Quijada.

Como político logró un apretado currículum vitae. De sus posiciones en esta esfera de actividad destaca su elección en el año 1952 como Diputado a la Asamblea Nacional Constituyente, cuyo triunfo electoral no fue reconocido por el regimen, y es así que, durante la dictadura de Perez Jiménez sufrió cárcel, persecución y extrañamiento de Margarita. 

En esos años se ganaba la vida como taquígrafo, contador, administrador, cajero contable, periodista (corresponsal del diario El Nacional).

Ejerció los cargos de Gobernador del Territorio Federal Delta Amacuro (1966) y luego gobernador (1967) del Estado Nueva Esparta. Fue asi mismo, Diputado por Nueva Esparta al Congreso Nacional, miembro del Concejo Municipal del Distrito Arismendi del Estado Nueva Esparta; miembro, durante varios períodos, de la Asamblea Legislativa de nuestra Entidad Federal siendo su Presidente en varias oportunidades.

El Prof. Julio Villarroel entendió la política, como él mismo lo manifestara mas de una vez, “un medio de servir a la comunidad”.Como músico ejecutante y compositor creó varios grupos corales, entre ellos el Orfeón del Liceo Francisco Antonio Rísquez (1943) y según investigaciones del Maestro e Historiador Jesus Manuel Subero fue el primer grupo coral del que se tengan noticias en Margarita y ofreció su primer concierto el 4 de mayo de 1944 en el Salón de Sesiones de la Asamblea Legislativa del estado“. 

En el año 1954 fundó el Coro Nueva Esparta en el Colegio Nueva Esparta de Puerto La Cruz; dos años mas tarde en 1956 crea el Orfeón del Instituto Nueva Esparta de Porlamar, y en el año 1962 crea el Orfeón Nueva Esparta el cual ofreció su primer concierto el 13 de abril de 1963, y del cual fue su Director por muchos años. 

Esta obra es una expresión de cultura que da al Estado Nueva Esparta un alto relieve en este campo de la musica coral. Al Orfeón Nueva Esparta siempre dispensó una amorosa atención, algo que consideraba tan suyo como una parte esencial de sí mismo.

El Prof. Julio Villarroel supo medir todas las actividades de provecho colectivo y aunarlas armoniosamente. Ese aporte en el extendido espacio de la música y el canto, no está reñido con la actuación política, porque ésta también es “arte difícil” como lo definiera el llamado “Canciller de Hierro”.Sus acciones por el bienestar colectivo fueron constantes. 

Necesitaba La Asunción, un centro cultural condigno de su categoría historica de ciudad colonial y heroica, venero género educativo y paradigma de la laboriosidad regional; y trabajó afanosamente por crear esa institución con edificio adecuado y propio, y que, siendo Gobernador del estado decretó su creación a la cual le colocó el esclarecido nombre de “Mons. Dr. Nicolás Eugenio Navarro”, lumbrera del clero venezolano y uno de los escritores mas eminentes del país. 

Y a esta notable obra la robustece en su proficua actividad con un vocero que denominó “Revista Margariteña de la Cultura”, que finaliza su honrosa trayectoria con el número 6 en el mes de junio de 1976. Esta publicación fue dirigida por él, y entre sus asiduos colaboradores estaban Efraín Subero, P C. Vásquez y Vásquez, Francisco Lárez Granados, Jesús Manuel Subero, entre otros.

Se celebraba en La Asunción el 4 de mayo de 1988, fecha de la adhesión de la Provincia de Margarita al Movimiento Emancipador de 1810, y entre los números del programa figuraba el concierto del Orfeón Nueva Esparta, que cumplía 25 años de fundado, para cuyo Concierto habian venido desde distintas partes del pais sus miembros fundadores además, de casi la totalidad de quienes habían sido integrantes del mismo durante esos 25 años. 

Su amigo P.C. Vásquez y Vásquez narró lo que vivió de ese trágico día:”El Maestro Julio dirige el prestigioso conjunto coral con intensa euforia, y cuando es cantada una de las piezas que mas lo emocionaba, vino como un inesperado rayo un infarto a romperle el corazón. Se puede decir que fue un instante dramático, pero ha de pensarse que él se fue de manera grandiosa como si Dios, ese Dios de quien era fervoroso creyente, le haya dispensado la gracia de que entre sus admiradores, sus discípulos, familiares y amigos, se fuera a las regiones desconocidas en las alas potentes de una inestimable satisfacción“.

 “Y tal es así que el pueblo neoespartano conmovido, le rindiera el mas solidario homenaje: en hombros y brazos de los componentes del Orfeón Nueva Esparta, fue trasladado el féretro desde la casa de habitación hasta el salón de sesiones del Palacio Legislativo, donde los diputados neoespartanos le hicieron guardia de honor; de este recinto, partió el cortejo fúnebre hacia la Sociedad Progreso, donde también recibió honores“.

Finalmente, en la Catedral, ante su sarcófago, fue celebrada una Misa Pontifical con la presencia de varios integrantes de la Conferencia Episcopal Venezolana. El sagrado local fue insuficiente para contener la multitud que acompañaba a su ultima morada los preciosos despojos, que rodeaba la Catedral y las plazas adyacentes“. 

Dificil será superar esta manifestación de pesar de todo el pueblo margariteño, al salir el féretro del templo, la Banda Oficial del Estado Francisco Esteban Gómez lo despidió con las regias y conmovedoras notas de las marchas fúnebres“.

Múltiples fueron los acuerdos, los reconocimientos y las notas de duelo. Entre estos testimonios se cuentan los delEjecutivo Regional, de La Asamblea Legislativa, de todos los Concejos Municipales, los Gremios Profesionales, instituciones varias, fundaciones y centros culturales, científicos, universitarios, así como organizaciones comerciales, empresariales e industriales“.

Con Julio Villarroel perdió el Estado Nueva Esparta uno de sus genuinos y caracterizados representativos. Fue un neoespartano integral. Respetuoso del criterio ajeno y de la ideología contraria, lo que jamás tuvo como causa para separarse del amigo. Para él una cosa era el amigo personal y otra el adversario político“.

Mantenía estas diferencias en una misma persona y su estimación ni su afecto sufrían menoscabo, porque bien apreciaba que el meollo de la democracia está en que el disentimiento no rompa la responsabilidad entre las partes contendientes. Julio Villarroel fue un político de altura, un propulsor de la cultura, un educador”. 

Amó entrañablemente a La Asunción, su ciudad natal, afirmación que viene a fortalecerla su actuación como el primer Cronista de la misma. Allí vino al mundo un 11 de febrero de 1921, hijo de Josefa Villarroel y Felipe Villalba”.  “Lugar de románticas pinceladas, como esta del inolvidable poeta Pedro Navarro González: Capital arcaica y patricia, impregnada de una paz conmovedora, con sus mansiones conventuales y sus tapias florderizadas de jazmines, tan solemne en su blancura de ensueño...”

Seguro estoy padre que estarás en la Gloria de Dios al lado de nuestra amada madre Ysabelita Quijada de Villarroel. 

Te amo inmenso, padre mío.

Texto: Julio Villarroel

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