El calendario marca hoy el día 150 del año 2025, dejando atrás 149 jornadas y anticipando las 215 que aún restan para su clausura. Pero más allá del frío conteo de días, este 30 de mayo se erige como una jornada para la memoria, tejiendo en su trama efemérides que van desde los albores de la Venezuela colonial hasta los hitos del siglo XXI, con un especial énfasis en las raíces margariteñas.
La brisa marina de hoy en la Isla de Margarita nos trae ecos del pasado remoto. Hace 422 años, en 1603, un nuevo rostro asumía el timón de la provincia insular: Fadrique Cáncer, quien tomó posesión como Gobernador de Margarita, en una época donde la defensa de la isla y la consolidación del dominio español eran prioridades.
El siglo XX, con su avance modernizador, también dejó su impronta en esta fecha. En 1902, el pueblo de Carapacho, en San Juan Bautista, vio nacer a Emilia Fernanda Marcano de Velásquez. Su nombre resonaría en la historia local al convertirse en la primera mujer prefecto del Distrito Díaz, un hito que rompió barreras y abrió caminos para la participación femenina en la gestión pública. Ese mismo año, pero en la Caracas continental, se vivía un suceso inusitado: un cortocircuito en la Estación El Encantado de la Electricidad de Caracas sumió a la capital en un apagón total que duró 103 horas. Un evento que quedaría grabado como el primer gran apagón en la historia venezolana.
La memoria insular también nos evoca a figuras dedicadas a la educación. En 1923, la educadora Petronila Aquilina Silva Piñerúa, preceptora de la Escuela Federal de Pampatar, fallecía en esta localidad, dejando un legado de enseñanza y formación en la niñez margariteña. Años después, en 1930, en San Juan Bautista, llegaba al mundo José Jesús Boadas Meaño, un hombre que, además de su labor en la Shell, sería una figura clave en el béisbol regional como Secretario de Finanzas de la Asociación de Béisbol del Estado Nueva Esparta y presidente de la Sociedad de la Santa Cruz. El 30 de mayo de 1932 sería un día de nacimientos para la isla: en Porlamar, venía al mundo Arístides Marcelino Alfonzo Rivas, quien se convertiría en un respetado Capitán de Altura, y en Altagracia, nacía Jesús Ramón Cabrera Rojas. Cuatro años más tarde, en 1936, en Santa Ana del Norte, nacía Tomás Gamboa, cuyo pincel inmortalizaría paisajes y rostros como un destacado pintor paisajista y retratista.
Un hito natural que resalta la identidad insular se dio en 1952, cuando el Guayacán fue declarado Árbol Regional, un reconocimiento a la majestuosidad y valor ecológico de esta especie en el ecosistema neoespartano.
Más allá de las costas venezolanas, el 30 de mayo ha sido testigo de eventos que marcaron la historia venezolana.
La construcción de la nación venezolana también tuvo su momento un 30 de mayo, cuando en 1831, el Congreso de Venezuela fijó definitivamente la capital del país en Caracas.
El urbanismo y la arquitectura venezolana recuerdan el nacimiento en 1900 de Carlos Raúl Villanueva, el visionario arquitecto y urbanista cuyas obras transformaron el paisaje caraqueño y dejaron un legado invaluable.
El siglo XXI sigue sumando efemérides a este día. el 30 de mayo de 2424, se reinaugurará el Estadio Metropolitano de Lara, un evento que ya anticipa la modernización de la infraestructura deportiva en Venezuela.
Finalmente, este 30 de mayo también se celebra el Día del Geógrafo, una fecha para reconocer la labor de quienes estudian y comprenden las complejidades de nuestro planeta, desde sus formaciones geológicas hasta las interacciones humanas con el entorno.
Fuentes: Heraclio Narváez, Cedeño, Pedro Claver. Margarita en la Historia.Gómez, Ángel Félix. Efemérides del Estado Nueva Esparta (Cronología I-II).Rosa Acosta, Rosauro. Archivo._Diccionario Margariteño.Subero, Jesús Manuel. Archivo. Efemérides venezolanas
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