HUELLAS Y PRESENCIAS INSULARES: ANTONIO DÍAZ, PAGAYOS Y SIMON BOLÍVAR

El Valle de San Juan Bautista, pese a estar situada a varios kilómetros del mar, fue cuna de tres grandes marinos que sirvieron a la gesta emancipadora: El Capitán de Navío Antonio Díaz, el Capitán de Fragata Fernando Díaz y el Alférez de Fragata Domingo Díaz, tres hermanos nacidos en este fértil Valle que recorrieron los mares y ríos de Venezuela en búsqueda de la ansiada libertad.

Antonio, Incursiona en la lucha por la independencia en 1810, ya para 1811 presta sus servicios como Oficial de la Flota Sutil de Margarita, a finales de 1816, es ya Capitán de Navío y ejerce la Comandancia General de las Fuerzas Sutiles de la República.

A principios de julio, Fernando Díaz comandando tres flecheras y con instrucciones de penetrar por el caño Macareo y llegar hasta el Orinoco, lo que cumplió y el día 7 de julio, se encontró con las Fuerzas Sutiles enemigas al mando del Capitán Ambaredes, allí fueron derrotados y pasados a cuchillo los patriotas, entre estos Fernando Díaz, unos se salvaron, y lograron avisar: Capitán Díaz, venimos derrotados.-Y mi hermano?.- Ha muerto Capitán- Vamos ahora, camaradas, al encuentro de esos malvados a vengar la muerte de mi hermano y de sus valientes compañeros.

Los realistas, contentos con su triunfo siguieron navegando, pero más tarde aquel 7 de julio, se encontraron frente a la Isla de Pagayos, con el valiente ejército patriota comandado por Antonio Díaz, inmediatamente empezó el combate, el audaz margariteño y su gente, colocados en medio de los buques enemigos, hicieron prodigios de valor, abriendo fuego por todas partes, recobraron las flecheras, echaron a pique las otras, los realistas sobrevivientes se dieron a la fuga ’’Pagayos, glorioso combate… en el cual ostentó Antonio Díaz un valor que raya en los términos de lo increíble”

Después de este glorioso combate en que la Escuadrilla Sutil sufrió muchas averías, Antonio Díaz resolvió enviarla a reparar a Margarita. El 31 de Diciembre de 1817, salió de Angostura el Comandante Antonio Díaz con su Escuadrilla, llevando a bordo al Libertador, la Guardia de Honor, el parque, las municiones y algunos fusiles sobrantes.

En las intestinas luchas de la revolución emancipadora venezolana librada contra el ejército español, las fuerzas comandadas por los Generales Santiago Mariño y Manuel Piar cubrían todo el territorio desde Guayana hasta la Isla de Margarita y el ejército al mando del general Bolívar resguardaban todo lo restante del territorio venezolano a partir de Unare; el Capitán de Navío Antonio Díaz Comandante de las Fuerzas Sutiles del ejército venezolano, fue tentado por Mariño y Piar en San Félix para conspirar, lo cual no aceptó, sin embargo el Libertador al enterarse de las conversaciones, oficia al General Bermúdez el 28 de diciembre de 1818 en los siguientes términos:

“…insisto en que V.S. mande a esta plaza al comandante general de la escuadrilla, Antonio Díaz, para ser juzgado en consejo de guerra. El oficial Bueno va solo para conducirlo aquí”
Se le ordenó que guardase arresto en su casa hasta nueva disposición, en tales circunstancias el Comandante Díaz, dirigió a Bolívar la siguiente carta:

Angostura 24 de Abril de 1819 “Al excelentísimo Señor Presidente”
“Desde que V.E. salió de esta capital me encuentro sin destino en que servir a la República, y sin poderme dedicar a ninguna otra ocupación porque se me impide, a causa de que V.E. dejó orden que permaneciera aquí hasta segunda disposición. Así he guardado esta especie de arresto en la ciudad, perdiendo el tiempo que podría aprovechar en servicio de la Patria y mío”

“Así espero que vuestra excelencia se digne levantar la prohibición de que salga de esta capital, si existe, mandando se me conceda por el excelentísimo señor vicepresidente el permiso que solicito caso de que no haya destino que darme.

…El tino con que vuestra excelencia procede en todas sus disposiciones y el conocimiento intuitivo que tiene de mi suma propensión a trabajar para vuestra causa, dejarán seguramente satisfechos los deseos de quien tiene el honor de ser con el más profundo respeto el mas obediente súbdito de vuestra excelencia”

Ante tan hermoso y sentido documento con valor patriótico, y conociendo Bolívar el arrojo, franqueza, amor por la patria y temple demostrado por nuestro héroe sanjuanero; no tuvo más remedio que ordenar de inmediato la restitución del Capitán de navío Antonio Díaz en su cargo como Comandante de las Fuerzas Sutiles de la Armada venezolana y siguió prestando sus servicios hasta el año 1826 cuando falleció de muerte natural en Barrancas del Orinoco, no hemos podido precisar el día ni el mes.


(Verni Salazar 13 VI 2020 HUELLAS Y PRESENCIAS INSULARES).

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