La Indumentaria utilizada en el Velorio de Cruz

Las mujeres y bailadoras se “encasquetaban” sus enaguas que les cubrían hasta los jarretes, faldas floreadas o vestidos con colores llamativos y blusa colorida, alpargatas, peinetta roja y una flor guindando en su cabellera. Por lo general en Cumaná se usa una cayena roja. La espiritualidad artística de los participantes es notable. Entre las féminas era común verle las ganas que tenían de bregar el Joropo con Estribillo. Sólo esperaban el pitazo para encender las canillas. Los hombres vestían: pantalón blanco con camisa de raya, otros vestían pantalón caqui, camisa blanca manga larga, alpargatas de goma y el típico sombrerito de cogollo. Las parejas se disputaban la fama durante el espectáculo folklórico-popular. Ojalá que las escuelas Estadales y Nacionales retomen su rol protagónico y se forme una generación de relevo, que no deje morir esta maravillosa expresión cultural arraigada en el corazón de los pueblos. Para los docentes especialistas en Folklore, música y estética es un reto reivindicar en su institución el antiguo “Velorio de Cruz de Mayo” con todos sus detalles. El Velorio de Cruz en el estado Sucre se celebra con diferentes cantos folklóricos que hacen de esta manifestación cultural una contagiosa tradición religiosa-pagana. Un elemento fundamental que le da colorido a la manifestación lo encontramos plasmado en la habitual polifonía cordófona. Instrumentos conversadores destilan arpegios embelezadores, máximo incentivo de participación en el acto religioso-musical. La cordial apertura del acto acostumbraba a realizarla una persona anfitriona.

Ese anfitrión pronunciaba la siguiente estrofa:

1
Por ser la primera vez
Que en este Velorio canto
Gloria al padre, gloria al hijo
Gloria al Espíritu Santo

Recopilación: José Gregorio Figueroa Delgado
04-04-1.982.

Había arrancado el Velorio de Cruz. Santas palabras minaban de valor el espíritu beato de propios y extraños. Anfitriones y público asistente confirmaban su fe, persignándose con la ritual señal de la cruz. Se acostumbraba principiar la parte musical del Velorio con la interpretación magistral de un ritmo folklórico conocido como Fulía oriental, seguida del “Punto ‘e Velorio, «Punto y Llanto”, Punto Redoblado en Cumanacoa y «Punto del navegante en La Isla de Margarita, en otras comunidades del estado Sucre le dicen «Punto Llorón«. Se le denomina punto aludiendo a la música y llanto porque naturalmente la letra que se le incorpora a la música es melancólica, romántica, apesadumbrada, que invita al llanto, consagra el recuerdo, describe ratos de nostalgia y en donde la combinación de la música y la letra armonizan compases tristes. La letra que se le adapta al Punto es la Décima tradicional y la espinela después. Con el devenir del tiempo aparecen las Espinelas con temas descifradores de lo “divino”, se incluyen tópicos rodeados de melancolía. Existen diferentes “Puntos”, pero a los Velorios de Cruz que se realizan especialmente en Cumaná se les incorpora el Punto y Llanto con sus variedades. Gualberto Ibarreto incorporó el Punto ´e Velorio al cancionero nuestro. Este ritmo folklórico representa un canto tradicional en los Velorios de toda la región oriental. (En algunas regiones se ha perdido, pero existía). Muchos poetas coinciden en afirmar que el Punto y Llanto es el mismo “Punto Llorón”. Plantean que lo que varía es la forma de cantarlo, es decir que la voz del intérprete es quien lo hace variar. Según opiniones: “Algunos tienen más pecho que otros para cantarlo, entendiéndose por pecho la respiración, la inspiración, el resuello, el timbre o tono de canto”. Sobre el Punto y Llanto José Julián Villafranca apunta “que este ritmo folklórico es muy viejo y antiguamente se cantaba en los Velorios de Cruz “. En nuestro extenso repertorio musical oriental, tenemos una variedad de Puntos tales como: Punto del Navegante, Punto y Llanto, Punto ‘e Velorio, Punto Cruzao, Punto Redoblado, Punto Fuerte, Punto Mampó entre otros. El Punto ‘e Velorio viste de cierta originalidad musical al estado Sucre. Nuestro excelente cantante (nativo de El Pilar) Gualberto Ibarreto interpreta con magistral estilo el Punto ‘e Velorio. (Indáguese sobre este particular). Continuando con el ornamento, el rancho de palmas de coco, escenario florido, sentía en su corazón la primera pulsación musical cuando “reventaba”. La Fulía oriental, seguida por el sonoro Punto y Llanto o un Punto ´e Velorio. La letra de la poesía dirigida al Sacrosanto Madero enaltecía el acto. Se inicia un tradicional tintineo de bandolín o de la bandola oriental, acompañado de cuatro y guitarra, instrumentos que transmiten aires nostálgicos, uno de los cantores participantes interpretaban después de la Fulía el Punto y Llanto con décimas alusivas a las penurias que pasó Jesús cuando cargaba la Cruz.

Texto y Recopilación: Guápiri Ñáquiri Sáquiri (José Gregorio Figueroa Delgado)

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