La Pastora: Aire colonial en la Caracas del siglo 21

La Pastora: Aire colonial en la Caracas del siglo 21

La Pastora es una de las parroquias más antiguas de Caracas, que conserva una muestra importante de su aspecto físico de hace mas de 100 años y en algunos caso hasta 300 años. Su historia es rica en episodios de mucho interés anecdótico que llama a todos, jóvenes y viejos, a conocer y deleitarse en sus pasajes y cuentos.

Como se ha dicho repetidas veces, con el impulso urbanístico sin precedentes que rompió los viejos moldes coloniales, y aun todo el ensanche que sobrevino al pasar los años, Caracas cambió por fuerza su fisonomía, Otra ciudad enteramente distinta -hasta en la manera de ser de sus gentes- fue surgiendo al pie del Avila, cuyas tenaces nieblas ya no flotam sobre los techos rojos del pasado, sino sobre una compacta selva de rascacielos.

Sin embargo todavía el casco originario ofrece la curiosidad y el gusto del visitante, sectores en los cuales se advierte el aire de otras épocas. El gran barrio o parroquia La Pastora, por ejemplo, es uno de esos islotes de tradición. Quien vaya por allí dispuesto a buscar un paisaje no comprometido con las violentas innovaciones que en materia de arquitectura caracterizan hoy a la capital venezolana, lo hallará sin dificultades. Porque La Pastora abunda en casa altas y bajas con alero y ático, ventanales de hierro, portones de recia madera y llamadores metálicos algunos de ellos; calles y cajellones sobre cuyas tapias asómase a trechos las trinitarias; puentes que recuerdan días ya muy distantes.

El nombre de La Pastora tiene su origen en la devoción de la Divina Pastora de las Almas, devoción que comenzó en España y fue introducida en Venezuela por los misioneros capuchinos que llegaron a los llanos venezolanos en 1716. Inicialmente la devoción tuvo por centro la catedral o Santa iglesia Metropolitana, de donde pasó al templo de Santa Rosa Resalía, y luego al convento de las religiosas Carmelitas. Inaugurada una ermita al norte de la ciudad, y consagrada a ese culto, el vecindario allí existente tomó el nombre de La Pastora (principio del siglo XVIII). Un sacerdote caraqueño – el padre José Salvador bello, célebre por sus virtudes, consiguió después de 26 años de laboriosa preocupación, convertir el humilde santuario en hermoso templo. 

Por su ubicación, al pie del Cerro Ávila, La Pastora cuenta con valiosas rutas como la de Puerta Caracas hasta el Fortín o Castillo negro, así como la de Catuche, que pasa por zonas como Ojo de Águila y El Roble con vistas que dejan a cualquiera con la boca abierta. Igualmente, con paradas obligatorias en la zona Piedra Azul, una quebrada de aguas frías que con el contacto, recarga las pilas del senderista.

Fuente: José Ferraz

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