Lino «Morocho» Gutiérrez: La Trompeta de Oro del Oriente

Al conmemorarse 18 años de la desaparicion física de Lino «Morocho» Gutiérrez, quiero rendirle un homenaje a este insigne músico margariteño, quien se ganó el cariño de su pueblo por sus cualidades como artista del Estado Nueva Esparta.

El 28 de Diciembre del 2005, partió de la vida terrenal, el prodigioso de la Trompeta Lino Morocho Gutiérrez, un músico que plasmó un estilo peculiar en la ejecución de la trompeta, un músico que con sus virtudes y grandeza se ganó la admiración de su público, el cual lo consideró como la Trompeta de Oro del Oriente Venezolano.

El morocho Lino, era un personaje entusiasmado, alegre, bondadoso, faramallero y muy elegante, siempre le gustaba estar impecable, el decía “distancia y categoría cache mijito, hay que estar a la moda, la gente de Puerto Rico tiene que vestirse así”. Este personaje se cambiaba de ropa tres veces al día, así era el… ah malaya unas huevas e Lisas bien rebosadas, una ensalada de Langosta acompañado de un buen escocés…cuando yo visitaba el hotel Lert Park, me recomendaba que tomara Campari, una bebida extraña para mi, porque yo estaba acostumbrado a la cervecita, al whiskisito o a mi tradicional roncito.

Sus estudios y perfeccionamiento musical llevaron al morocho Lino a consagrarse como buen ejecutante de este instrumento de viento y se convirtió como la trompeta de oro del Oriente Venezolano, acompañó a grandes artistas de la farándula nacional e internacional, cautivando a los mejores directores de orquestas, con ese estilo único que poseía, óyeme tu Lino Morocho Gutiérrez.

Todos los elogios que agregaramos serían pocos para valorizar a este extraordinario interprete de la música y quien poseía una increíble limpieza musical en sus interpretaciones y algo muy notable, no imitaba a nadie, porque su estilo era único.

Dentro de su humor, con una sonrisa en sus labios, con la mas solemne actitud y dentro de sus travesuras decía “óyeme tú.. yo soy de Puerto Rico” sencillamente esa era su forma de ser, siempre con un cacho o una travesura dentro de su lenguaje popular y que en todo tiempo dejaba una expresión afectiva entre familiares y amistades. El morocho Lino, fue un hombre de pueblo, siempre con su trompeta de compañera, porque ella formaba parte de su vida, de allí salían a relucir las notas musicales que con el contacto de sus dedos, improvisaba y sorprendía a los presentes, quedando estos perplejos con el sonido extraordinario de su trompeta y quienes disfrutaban plácidamente del show que gentilmente el morocho Lino le brindaba.

El Morocho Lino, fue un artista de recia personalidad, con un sólido prestigio, con una referencia que lo constituye en una gloria de la música popular y tropical del pueblo neoespartano, nacional e internacional, pues, que turista que visitaba la Isla no llevaban referencia de este extraordinario trompetista que noche tras noche deleitaba con sus interpretaciones e improvisaciones con su trompeta maravillosa en los diferentes nights clubs de su querida Margarita.

El morocho Lino, fue un personaje en su tierra natal y fuera de ella, fue leyenda al igual que su hermano Israel, y las leyendas nunca mueren, porque crearon fama en su pueblo y donde lo bautizaron como los Morochos de Lino.

Hoy a 18 años de no estar con nosotros, he querido hilvanar tu recuerdo y siempre estarás presente en los corazones de tu adorable Isola, tus hijos, tus hermanos, sobrinos y sobrinas, demás familiares y amigos, quienes elevarán una plegaria por tu eterno descanso.

¡Que el señor te tenga en su reino!

Texto: Héctor Luis Gutiérrez

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