La diseñadora de modas venezolana Merianny Villarroel, originaria de Porlamar, ha trascendido fronteras para convertirse en un referente de la creatividad y perseverancia en la competitiva industria del espectáculo en Estados Unidos. Lo que comenzó cosiendo carteras de cuero en casa, ahora la lleva a crear piezas icónicas para superestrellas como The Weeknd, Nicki Minaj y Christina Aguilera.
Un Viaje de Autodidacta a Creadora de Íconos
La trayectoria de Merianny es una historia de tenacidad. Impulsada por la curiosidad y tutoriales de YouTube en su natal Venezuela, la moda la encontró de manera autodidacta. En 2004, tomó la audaz decisión de emigrar a Los Ángeles junto a su pequeña hija, donde, frente al desafío de empezar de cero, optó por profesionalizar su pasión. Se inscribió en una escuela de diseño, puliendo sus habilidades innatas y adquiriendo la formación técnica crucial para los grandes retos venideros.
El punto de inflexión en su carrera llegó con un encuentro fortuito con el magnate musical Sean «Diddy» Combs, quien quedó cautivado por su trabajo y le abrió las puertas de la industria. Sin embargo, su consagración internacional se materializó cuando The Weeknd lució una espectacular chaqueta roja adornada con más de 10 mil cristales creada por ella, durante su aclamada presentación en el medio tiempo del Super Bowl. Esta pieza no solo acaparó titulares, sino que catapultó a Villarroel a un nuevo nivel de reconocimiento global.
Raíces Venezolanas y Planes Futuros: «Quiero que el mundo conozca ese paraíso»
Fiel a sus raíces y a un audaz estilo tropical, Merianny ha demostrado no temer a la controversia, como la que generó con un vestido inspirado en la barriada de Petare, una propuesta que desató un intenso debate pero también la consagró con el voto del público. «Yo soy venezolana y decidí hacer algo inspirado en mi país, en arquitectura, e hice Petare, el barrio más grande y poblado de Latinoamérica y uno de los más peligrosos del mundo», explicó Villarroel.
Desde su taller en Los Ángeles, Merianny continúa trabajando bajo la inmensa presión de los grandes eventos y producciones de videoclips, manejando con destreza los exigentes tiempos de entrega. A pesar de su éxito internacional, su corazón sigue en Venezuela.
«No puedo esperar estar otra vez comiendo pescadito frito en mi isla y no puedo esperar estar en sus mares y recordar un poco de mi adolescencia en Margarita«, confesó la diseñadora. Con la mirada puesta en el futuro, Merianny tiene grandes planes: «Tengo muchos planes porque la verdad hay que planearlo todo para ser exitoso y no puedo esperar regresar a mi isla y no puedo esperar ir allá y tener un fashion show en el Castillo de Pampatar y llevar mi marca de ropa a Venezuela, pero sobre todo a la isla de Margarita. Quiero que el mundo conozca ese paraíso«.
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