La cultura venezolana se viste de luto con la partida de Juan Calzadilla, poeta, artista plástico y crítico de arte, quien falleció en Caracas este domingo 15 de junio a la edad de 95 años. Su muerte deja un vacío irremplazable en el panorama artístico e intelectual del país, donde fue una de las figuras más descollantes de los siglos XX y XXI.
Calzadilla, galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996 y el Premio Nacional de Literatura en 2017, fue reconocido como una de las voces fundamentales de la poesía venezolana contemporánea.
Nacido en Altagracia de Orituco el 16 de mayo de 1930, Juan Calzadilla se trasladó a Caracas en su juventud. En 1950, ingresó al Instituto Pedagógico Nacional para estudiar Castellano y Literatura, una carrera que interrumpió al ser detenido por protestar contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, evidenciando desde joven su espíritu combativo y su compromiso con la libertad.
Su irrupción en la escena literaria se dio a mediados de los años 50 con la publicación de Primeros poemas (1954). A lo largo de su prolífica carrera, Calzadilla publicó alrededor de veinticinco poemarios, entre los que destacan Ciudadano sin fin (1969), El ojo que pasa (1979), Agendario (1988), Principios de urbanidad (1997), Aforemas (2004), Vela de armas (2008) y Noticias del alud (2009).
Integrante de la influyente Generación del 58, Calzadilla fue cofundador en 1961 del célebre colectivo El Techo de la Ballena, junto a figuras como Adriano González León y Salvador Garmendia. Este movimiento impulsó una visión vanguardista y contestataria, en sintonía con la efervescencia política de la época.
Su obra poética, caracterizada por su innovación en forma y contenido, enriqueció las letras nacionales e inspiró a numerosos autores a explorar nuevas formas expresivas. Paralelamente, Calzadilla desarrolló una prolífica carrera en las artes visuales, donde su propuesta plástica-literaria se distinguió por una fusión única de lo que él mismo definió como “poesías corporales” y “cuerpos caligráficos”. En su visión, no existía separación entre la plástica y la escritura. Sus obras, que a menudo incorporaban elementos caligráficos y fragmentos textuales, fueron exhibidas en numerosas muestras individuales y colectivas, llegando a representar a Venezuela en la Bienal de São Paulo de 2004.
Como ensayista y crítico, Juan Calzadilla dejó una vasta producción de textos dedicados a las artes y la literatura. Se inició en el periodismo cultural en 1955 y sus escritos son considerados esenciales para comprender la evolución del arte venezolano del siglo XX. Además, fue cofundador de la revista Imagen (1984), un espacio clave para la difusión cultural, y dedicó gran parte de su vida a la formación de jóvenes creadores a través de talleres literarios.
En 2005, fue elegido miembro de número de la Academia Venezolana de la Lengua, ocupando el sillón V de dicha institución. Su multifacética trayectoria artística e intelectual le mereció numerosas distinciones, incluyendo el Premio León de Greiff al mérito literario (Colombia, 2016) y el Premio Nacional de Literatura (Venezuela, 2017).
Juan Calzadilla será recordado como un pensador incansable, un creador visionario y un faro para las generaciones venideras de artistas y escritores en Venezuela. Su legado, que abarcó la poesía, la plástica y la crítica, continuará inspirando y resonando en el corazón de la cultura venezolana.
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