Homenaje de un hijo a su madre: El legado de Maigualida del Coromoto Castrillo Fuentes

Por: Samuel Celestino González Castrillo

El 6 de abril de 2004 marcó un antes y un después en mi vida. En aquel Martes Santo, mi madre, Maigualida del Coromoto Castrillo Fuentes, partió físicamente, dejándome un legado imborrable de amor, enseñanza y principios. Lo que comenzó como una consulta médica terminó siendo un día que transformó completamente nuestro destino como familia. Hoy, veintiún años después, mi corazón sigue agradeciendo todo lo que ella sembró en mí y en mi hermana Luzbimar. A través de su ejemplo, aprendí a entender la importancia de la reflexión, el amor y la preparación para enfrentar los retos de la vida. Su intuición como madre y maestra la llevó a moldearnos no solo con palabras, sino también con acciones llenas de ternura y sabiduría. Aunque no conocí físicamente a mi abuelo Pedro Celestino Castrillo Quintana, tuve el privilegio de compartir y disfrutar del amor de mi abuela Lesbia Josefina Fuentes Castrillo, quien con su calidez y amor fue un pilar fundamental en mi formación.

Hoy quiero dedicar este escrito, nacido desde lo más profundo de mi ser, a la memoria de mi madre, cuya esencia sigue viva en cada rincón de mi vida y en cada paso que doy.

Un Poema en Su Memoria: A mi Maigualida, Maestra de amor y llano

En aquel Martes Santo que todo cambió,  se quebró el albor y nació un sendero:  principio y fin en una misma estación,  y el llano lloró al verte partir ligero.  
Hoy, veintiún años después, se alza mi canto,  con la voz que tu amor un día labró;  madre, maestra, guía de amor profundo,  mi corazón agradece lo que en mí sembró.  
De tus labios brotó la enseñanza vital,  reflexión que Luzbimar y yo recogimos,  y aunque a veces nuestras mentes no entendían,  tu alma nos moldeaba como río en su caudal.  
Pedro Celestino en esencia revivió,  mi abuelo, a quien nunca conocí al andar,  y Lesbia, mi abuela, con su amor me envolvió,  raíz firme en Paloseco que nunca dejará de amparar.  

Hoy dedico mi verso al mar que tanto amaste, ese que acaricia las arenas de Margarita, y aunque tus restos reposan en Paloseco distante, tu obra vive aquí, en las olas que la vida agita.
Gracias, Maigualida, por el legado eterno,  de valores que en tierra llanera sembraste,  educación, justicia y amor sin invierno,  misión que Otilca como flor renacida abrazaste.  
Nada es casual, cada hecho tiene su huella, tristeza y gratitud se entrelazan en mi pecho, y aunque físicamente hace tanto te alejas, cada acción tuya en mi alma se estrecha.

Hoy, a mis cuarenta y dos, reflexiono con letras, y doy gracias a Dios por tu amor y enseñanza, por moldear con música, poesía y destreza, la vida que ahora ofrezco como esperanza.

Biografía de una Maestra Excepcional

Mi madre, Maigualida del Coromoto Castrillo Fuentes, nació en el pueblo de Paloseco, estado Guárico, siendo la mayor de once hermanos. Hija de mis abuelos Pedro Celestino Castrillo Quintana y Lesbia Josefina Fuentes Castrillo, creció en un hogar lleno de valores que moldearon su carácter. A sus 9 años, fue trasladada a Caracas bajo la tutoría de su tía Dioselina Fuentes Castrillo, hermana de su madre y una pionera en la noble carrera docente, siendo una de las primeras Maestras Normalistas de Venezuela, egresada de la Escuela Normal Miguel Antonio Caro. Dioselina, motivada por su primo Raimundo Pereira, reconocido músico calaboceño, no solo encontró inspiración en él para alcanzar sus propios sueños, sino también transmitió ese impulso a Maigualida, apoyándola e incentivándola a seguir el mismo camino de dedicación y compromiso con la enseñanza. Gracias a su tía y a su familia, Maigualida se graduó como Maestra Normalista en la Escuela Normal Gran Colombia, en Caracas, en 1970.

Trayectoria Profesional

  • 16 de enero de 1971
  • 30 de septiembre de 1974: Maestra en el Núcleo Escolar Rural # 53, estado Guárico.
  • 1 de octubre de 1974
  • 30 de septiembre de 1976: Maestra en el Núcleo Escolar Rural # 16, estado Guárico.
  • 1 de octubre de 1976
  • 16 de diciembre de 1997: Maestra en la G.E. «Camaguan», estado Guárico.

Tras 26 años y 11 meses de servicio, se jubiló del Ministerio de Educación el 16 de diciembre de 1997.

Vida Familiar y Pasiones

El mayor proyecto de mi madre fue la familia que formó junto a mi padre Samuel González y junto a mi hermana Luzbimar y a mí. Maigualida fue una madre que dedicó su vida no solo a su profesión, sino también a transmitirnos su amor por la música, la poesía, las artes plásticas y el dibujo. Estas pasiones las reflejamos hoy en nuestras vidas, siendo parte esencial de quienes somos.

Legado

El 6 de abril de 2004, mi madre partió físicamente en Barquisimeto, estado Lara, dejando un vacío irreparable pero también un legado imborrable. Sus restos reposan en Paloseco, su tierra natal, pero su espíritu vive en cada acción inspirada por su amor y enseñanzas. Hoy, como su hijo, honro su memoria a través del modelo educativo de la Unidad Educativa Johnny Escobar Figueroa (UEJE) y Otilca donde cada paso que damos refleja los principios y valores que ella sembró en nosotros.

Con este homenaje, querido lector, comparto un pedazo de mi alma, dejando en estas líneas mi agradecimiento y amor eterno por mi madre, Maigualida.

Samuel Celestino González Castrillo.

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