La bella y misteriosa Laguna de Boca Chica en Margarita

Margarita por su condición de isla está repleta de playas encantadoras. También de sus pocas montañas brotan riachuelos. Igualmente tiene lagunas, como La Restinga, la más famosa, pero también tiene otras: Las Marites, Los Mártires, Gasparico, El Morro, Boca de Palo, Laguna de Raya, Punta de Piedras y Boca Chica, en pleno corazón de la península de Macanao.

A esta Laguna macanagüera nos vamos a referir y para más señales indicamos que esta extensión de agua salada está situada antes de llegar a la conocida playa de Punta Arenas, una de las más preferidas por propios y turistas por sus aguas templadas y su exquisitos manjares de frutos del mar que expenden a sus orillas.

Sobre la Laguna de Boca Chica, larga y azul como una hermosa sirena acostada a la ribera de la playa del mismo nombre, se tejen muchos cuentos e historias. Cada poblador de sus alrededores tiene algo que narrar basado en historietas contadas por sus antepasados. Podrán ser fábulas o leyendas, pero cada quien que las cuenta está convencido de que todo es verdad.

En esta laguna, admirada por turistas extranjeros muy asiduos por los lados de la tierra peninsular, nadie, según nos dicen, se atreve a pescar, porque en sus aguas habitan peces no comunes y hasta gigantes. Igualmente se dice que esta albufera tiene tal profundidad que se llega a señalar que no tiene fondo.

Por eso por tener sus aguas tan profundas hemos también escuchado el cuento de que cierto día, de un tiempo muy remoto, se ahogaron varias vacas en sus predios y jamás aparecieron, por mucho que las buscaron a sus orillas para ver si aparecían sus restos. La laguna se las tragó para siempre.

Estas historias o cuentos se han venido transmitiendo de generación en generación, pero independientemente de que tengan algo de cierto o no, lo que queremos es destacar la belleza de la laguna de Boca Chica que es más bien un oasis en las tierras áridas de la península de Macanao, un territorio aún virgen e inexplorado que quien lo descubre, se extasía con su xerófila vegetación.

La laguna de Boca Chica, sin duda, es otro atractivo natural de esta Isla embrujada.

Texto y fotos: EMIGDIO MALAVER G.
emalaverg@gmail.com
@Malavermillo
Junio 2010

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