Leyendas Venezolanas: La mujer sin pies de El Morro

Quienes viven en la zona norte de Anzoátegui han escuchado cuentos sobre luces que suben desde lo profundo del mar hacia el cielo nocturno, ritos a toda hora y criaturas misteriosas… Pero hoy hablaremos de los orígenes de una aparición del cerro. Viajemos a los años 90.

Manuel Ortega, un ex funcionario de la policía regional, relató una experiencia que lo marcó profundamente y contribuyó a acelerar su retiro del cuerpo de seguridad. Conozcámosla, a continuación:

”Era media noche, yo estaba de turno en la caseta policial de la redoma que sube al cerro, mientras mi compañero dormía. Abrí las puertas para vigilar la subida, cuando de pronto vi una especie de bolsa grande suspendida en el aire, no muy separada del piso...”.

”Te juro que pensé que era una bolsa suspendida por la brisa, tú sabes que la brisa de mar es caprichosa. Pero me di cuenta de que sucedía algo extraño, porque bajé la vista para mover el radio y cuando miré de nuevo, la supuesta bolsa estaba más cerca de nosotros’‘.

”En eso me engrinché. Giré a ver a mi compañero y de nuevo, la bolsa estaba más cerca. Ahí fue cuando pegué un brinco y lo desperté, para explicarle lo que estaba viendo. Por fin se levantó y vio también la bolsa flotando… Y más cerca, para más ñapa”.

”Yo le dije que quería llamar a una unidad y él dijo que para qué, que él mismo iba a salir a ver qué sucedía. Agarró la escopeta y cuando llegó a la mitad del camino… Se quedó paralizado”.

”Bueno, ahí me terminé de asustar, porque empecé a llamarlo y el hombre no me respondía. Seguía paralizado. Tuve que salir corriendo y arrastrarlo hasta la casilla policial. Cerramos la puerta y le pusimos el escritorio para bloquearla”.

”Mauricio Pino, así se llamaba el otro agente, estaba muerto del llanto, diciendo que eso que venía ahí era una mujer sin pies, con el pelo negro y sin cara”.

”Nos arrinconamos en el piso y empezamos a rezar el Padre Nuestro. Ella entró de golpe, movió las ventanas y aquello sonaba como un enjambre de abejas. Pero yo no abrí los ojos, quería abrirlos, pero algo me dijo que no lo hiciera, porque además hacía frío y me podía morir”.

”A los minutos todo se calmó y llamamos a una unidad policial. Eso no pasa dos veces, el cuerpo no lo aguanta”, dijo Manuel. Hay quienes dicen que La mujer sin pies de El Morro perdió la vida violentamente en los tiempos del Fortín de La Magdalena, 1799, aproximadamente.

Sin embargo, cualquiera que sea su origen y el motivo de su desgracia, recuerda esta historia cada vez que se te ocurra ir al cerro El Morro de madrugada, en Lechería, Anzoátegui, Venezuela.

Fuente: Enza García Arreaza / El Estímulo

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