Se dice que en los cerros de la población de El Baúl, cerca del caserío El Socorro, estado Cojedes, se encuentran unas cadenas gigantescas de origen desconocido. La leyenda cuenta que estas cadenas fueron encontradas por una expedición de conquistadores españoles alrededor del año 1740. Los conquistadores, al pernoctar en la zona, encontraron un inmenso cajón de madera con dos cadenas colosales.
Las cadenas están a lo largo de una vereda, alineadas como si alguien las hubiera colocado en línea recta y del lado derecho de la carretera. No se sabe por qué están ahí, ni quién ni cómo las arrastró hacia el lugar, pero la imaginería popular ha tejido diversas hipótesis.
La leyenda de las Cadenas del Socorro ha dado lugar a diversas teorías sobre su origen y propósito. Algunos creen que fueron utilizadas para amarrar barcos en tiempos remotos, mientras que otros sugieren que podrían haber sido utilizadas para sujetar animales gigantes o incluso como parte de una antigua construcción.
Dicen los lugareños que son mágicas y que aquél que consiga colocar su cabeza en un eslabón verá su deseo cumplido. Se dice que “las cadenas son milagrosas y para conceder un deseo hay que levantar el primer eslabón lo más que se pueda; luego, la persona debe arrodillarse y pegar su frente en cada uno de los eslabones que logró mover cuando alzó el primero. A cada eslabón le pide un deseo mientras tiene la frente pegada de él. El ánima de la cadena le concederá uno solo de los deseos».
Hay un relato más “terrenal”, que las asocia a las antiguas prácticas del agro. Las cadenas eran sujetas a dos por cada punta y arrastradas para deforestar. Así que quienes, más realistas, conjuran las creencias mágicas, cuentan otra historia basada en los años de progreso y de crecimiento de la ganadería venezolana en la década de los 50 y 60. Esas cadenas fueron empleadas – aseguran- para deforestación con maquinaria pesada cuando se fundaron los potreros del hato El Socorro. La cadena se enganchaba a varios tractores Caterpillars y, literalmente, se arrancaba toda la vegetación que se encontraba en el área cubierta con gran eficiencia. Todo esto procede de las explicaciones y anécdotas de muchos pobladores.
A pesar de las diferentes teorías, el misterio que rodea a las Cadenas del Socorro sigue vivo, alimentando la imaginación de los habitantes de la región y atrayendo a visitantes curiosos por conocer esta leyenda.
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