Fue una de las mujeres que desde los 10 años de edad se dedicó a la crianza del Libertador de la Patria, Simón Bolívar, así como de los quehaceres de la hacienda Hato El Totumo, propiedad de Don Juan Vicente Bolívar y Ponce, padre del Libertador.
Hija y nieta de esclavizados, que por tradición adoptó el apellido de sus dueños, nació en Hato El Totumo, al sur de San José de Tiznados, estado Guárico.
Matea estuvo viviendo en la hacienda de los Bolívar en San Mateo y también en la casa de María Antonia, hermana del Libertador. Hizo de aya, muy niña, de los Bolívar más pequeños, entre ellos Simón, un tanto menor que ella.
Matea Bolívar “La Negra Matea”, fue testigo de muchos eventos de la guerra de independencia, entre ellos el famoso ataque de Boves a la Hacienda de San Mateo y la muerte de Antonio Ricaurte. Luego de este último hecho Bolívar la declara libre, pero su decisión fue quedarse trabajando con la familia Bolívar.
Viajó a la Habana, junto a María Antonia, hermana de Bolívar, para huir de la persecución de los realistas. Para 1.823 regresa a Venezuela y se entera de la muerte de Simón Bolívar.
El 28 de Octubre de 1.876 el entonces presidente Antonio Guzmán Blanco, invita a Matea que tenía 103 años de edad, a asistir al traslado de los restos de Bolívar, desde la Catedral hasta el Panteón Nacional.
Los restos de Matea reposan en la Cripta familiar de los Bolívar, ubicada en la catedral de Caracas.
Matea Bolívar “La Negra Matea”, falleció a los 112 años de edad. Se dice que sus últimas palabras fueron “Me voy a ‘onde está el niño Simón”.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro, trasladó los restos simbólicos de Negra Matea, al Panteón Nacional, por ser una figura decisiva en la infancia y adolescencia del Libertador.
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