La música tiene una presencia muy importante en la vida diaria de los niños, por lo que también debe tener la misma importancia en la educación. La escuela es consciente de esta relevancia de la música en el alumnado y debe garantizar una educación musical de calidad que contribuya a su desarrollo integral. La educación musical pasará a ser una asignatura optativa una vez se implante la LOMCE. Todo esto nos lleva a reflexionar sobre el futuro de la música en la escuela del siglo XXI y qué acciones se pueden tomar para mejorarlo.
1. LA MÚSICA EN LA VIDA DIARIA
En la actualidad, la música ha experimentado un gran avance y se considera una forma de comportamiento humano con una influencia única y poderosa. Tiene una presencia significativa en la vida diaria de las personas y su consumo ha aumentado notablemente, ocupando un lugar relevante en nuestras vidas. Es una manifestación esencial del ser humano, estrechamente relacionada con aspectos fisiológicos, afectivos, intelectuales y sociales. A través de ella, se ofrece la oportunidad de desarrollar una comprensión amplia y abierta de la diversidad de culturas musicales, contribuyendo a fomentar la convivencia y formando individuos comprometidos, críticos y solidarios.
La educación musical promueve el desarrollo de competencias básicas cognitivas, sensoriomotrices, afectivas, comunicativas, participativas, de socialización y de aprendizaje. La música desempeña un papel clave en descubrir nuevas formas de expresión y en comprender sus diversos usos y funciones.
2. MÚSICA Y ESCUELA
En la actualidad, la educación es fundamental en el desarrollo de los niños y requiere una enseñanza de calidad acorde con nuestra época. La Educación Musical no solo se limita al adiestramiento musical, sino que contribuye a la formación integral del alumnado, potenciando sus facultades psicológicas, sociológicas, psicomotoras e intelectuales. La enseñanza de la música ayuda en el desarrollo de la competencia para aprender a aprender, potenciando habilidades como la atención, concentración y memoria, así como el análisis y sentido del orden.
Para ser un maestro de música se requiere ser «maestro» en todos los aspectos: preparación general, preparación pedagógica, preparación cultural, conocimientos de psicología infantil y conocimientos musicales. La interrelación de las clases de música con otras asignaturas contribuye a que la música influencie activamente en el desarrollo integral del niño.
3. EDUCACIÓN MUSICAL Y LA LOMCE
En países como Suiza se ha fortalecido la formación musical en la educación básica, promoviendo así la educación musical de niños y jóvenes. Por otro lado, en España la educación musical pasará a ser optativa en todas las etapas educativas con la implantación de la LOMCE. Es importante reflexionar sobre el papel de la música en la escuela del siglo XXI y qué acciones tomar al respecto. En conclusión, la escuela debe ofrecer a los alumnos la oportunidad de adquirir conocimientos y experiencias musicales que influyan en su desarrollo físico, psíquico y social.
Texto: Evelin Tatiana Peña Franco / CEIP YAIZA (7/07/2014)
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