Los Cachos de Marunga: Con el cableado por fuera

Virgilio “Trío” Marcano era un mecánico muy conocido quien tenía su taller en el sector “Los Conejeros”, frente al no menos conocido restaurant “La Concha” del español Manolo Sánchez. Un día, Virgilio amaneció con una afección en una muela y se dirigió a su amigo el dentista empírico Justo Marín  cuya clínica-taller donde se aplicaban extracciones, arreglaban piezas, hacían prótesis y todo lo que tenía que ver con la salud dental, estaba en su propia residencia en la calle Maneiro cruce con la Martínez en Porlamar.

Llegó el paciente a la clínica y mientras era tratado, esperando que la anestesia hiciera su efecto, conversaba con Justo Marín sobre carros, mecánica y todo lo relacionado con la materia; Justo, por su parte, hablaba de los costos de los materiales como con la intención de convencer al “Trío” sobre el precio de la consulta. ¡Cómo para engañarse las dos joyitas! Justo, por comodidad y dado que estaba en su casa, acostumbraba a estar siempre vestido con los llamados bermudas o “chores cortos” como se le dice aquí; él tenía un problema con la circulación, lo que hacía que le brotaran várices en las piernas. En un momento en que Justo va caminando hacia el mesón donde están los instrumentos de trabajo, Virgilio le ve las várices y le dice en tono jocoso y jodedor:

–“Carajo compay Justo; ve a ver si te buscas un electricista pa ‘que te acomode un poco porque tienes el cableado por fuera; habla con Chigüi-Chigüi que es una fiera en esa vaina”

¡Nojoda Trío! ¿Tú no tienes a quién echarle vaina? Respondió Justo “muerto” de la risa. ¡Qué par de joyas se juntaron ese día!

…” yo tenía una luz…”

Baroque y Chigüi-Chigüi

Tomado del libro: “Ocurrencias de mi gente” de Carlos Mujica “Marunga“

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