Los Cachos de Marunga: ¿Kioskos? ¡Ni de vaina!
A principios de la década de los 70 los muchachos de 18, 19 años o más, teníamos por costumbre, además de practicar deportes, llevar serenatas a las amigas en Porlamar. Solíamos reunirnos en la esquina de las calles Mariño y Maneiro, cerca de las casas de Liberato “Chinto” Díaz, HernánLeer más