De los indigenismos que perviven en el habla margariteña y que forman parte de nuestra riqueza lexical está el sustantivo “Mamey” que es una palabra anclada en La Asunción del Municipio Arismendi donde la terminación “ey” abunda junto a la denominación de “Copey” para referirse a la montaña y al sector donde se hace la fiesta de La Vaca como se hace en Porlamar cuando sale la misa de San Nicolás de Bari y en La Asunción por esa fecha los copeyeros también tienen por tradición “La Quema de la Vaca» y que una primera dama de Porlamar rechazó porque llegó a creer que se hacía con la quema del animal sin entender que es un diversión que forma parte de la tradición de estos pueblos. Nada tiene que ver e nombre del Sector Copey con el nombre del partido político, pero si está en sintonía lexical con otro sector llamado “El Mamey” y que es la misma familia del pueblo de Macanao “El Maguey” donde las terminaciones de estos nombres son parte del léxico insular. Y precisamente al sector el Mamey de La Asunción se le llamó así por la abundancia de estos árboles en esos espacios y la presencia de ese fruto en los patios de las casas de esa zona, lo que indica que el hablante con su creatividad usó el vocablo mameyeros para marcar los oriundos de ese sector asuntino.
Al referirnos a los indigenismos hablamos de todas aquellas voces indígenas americanas que se incorporan a la lengua española por ser creadas por sus hablantes. Son palabras que no existían en el imaginario español. Estos vocablos se usan con frecuencia en los distintos pueblos de Margarita, Coche y Cubagua porque fueron usadas por nuestros indios guaiqueríes para identificar el mundo que lo rodeaba. De esa forma muchas palabras provenientes del mundo indígena se hicieron ley en boca de los descendientes de los indios que poblaron nuestras tierras como: mapuey, caracuey, yaguarey, curichagua, charagua, chinigua, chocora, curareque, esjuarilarse, esjullar, golingole, guaralear, guayamuri, majunche y tantas otras palabras que forman parte de lo nuestro.
“El Diccionario del Léxico Popular Venezolano” de Francisco Tamayo define ese sustantivo así:
Mamey “Mammea americana”. Los frutos de este árbol son comestibles. La semilla de ralla y así pulverizada se mezcla con aceite de coco; ese preparado se unta en la cabeza para combatir los piojos y en los pies contra las niguas”. Hasta ahora ese significado no satisface lo que andamos investigando, pero en” el Diccionario de Venezolanismos” de la UCV
Mamey: 1 m Mammea americana. Árbol de la familia de las gutíferas de hojas opuestas alargadas y flores pequeñas blancas. Se cultiva en zonas cálidas. 2 m Fruto de este árbol ; redondo, de unos 15 centímetros de díámetro; con cáscara gruesa de color pardo y pulpa de color amarillo intenso. Es comestible y parece familia por su semilla y sabor al durazno y melocotón. 3 m. Madera de este árbol; es blanquecina, no muy dura y tiene diversos usos. 4. Adj. Se aplica al color amarillo intenso, como el de la pulpa del mamey”.
El mamey colorado lo llaman zapote y el mamey hediondo que también existe es definido así en el Diccionario de Venezolanismos:
Mamey hediondo: loc nom. Couroupita guanensis. Árbol alto de la familia de las la lecitidáceas, de hojas lanceoladas de bordes ondulados y flores grandes de color rosado; el fruto es esférico de unos 15 cm de diámetro, con pulpa verdosa y de mal olor. Crece en tierras calientes”.
El Mamey que se da en La Asunción del Municipio Arismendi y donde en los patios de las casas de La Ciudad del Silencio abunda tanto como el pandelaño y los cocos. También los cerros de Tacarigua se da el mamey con abundancia. Esta fruta que es marrón por fuera y que tiene una corteza blanca en la medida que los vas desconchando es por dentro idéntico al durazno y al melocotón, pero su sabor es distinto, aunque su color entre amarillo y anaranjado ha dado origen a que la gente exprese en el lenguaje popular a las pinturas como color mamey para patentar a la fruta con una marca lexical que permite al hablante tener una aproximación al color de la futa.
En las calles de La Asunción lo venden con frecuencia en tiempos de producción y también lo consigues en los mercados de Conejeros y de Punda en Porlamar y en algunos puestos de ventas ambulantes en La Asunción.
El mamey esta fruta comestible es parte de las innovaciones de la gastronomía margariteña que con Rubén Santiago y Juan José Hasán del Instituto Iberoamericano incluyen recetas con el sabor del mamey como elemento novísimo para realizar distintos platos margariteños.
En los pueblos de Margarita el mamey es usado para hacer helados y por eso ves en los avisos de ventas de las casas “helados de mamey” como uno de sus poptsicles preferidos y en las tetas que es otra variante de helados con envoltorios de plásticos también los ofrecen como un atractivo para la venta.
El mamey, el mango y el pandelaño son los frutos que más abundan en La Asunción y el color de los dos primeros los hace parecer, pero no en el sabor. El mamey con nombre indígena es una fruta para consumirla en tiras largas o pedazos enteros que se recomienda no consumirlo de noche por ser muy pesada para la digestión, eso era lo que decían los más viejos pobladores de los pueblos de Margarita.
El mamey es una fruta usada por los expertos en hacer batidos de frutas para combinarlos con parchita, limón, con la lechoza y algunos llegan a combinarla con la naranja para producir sabores distintos.
El mamey en jugo y dulce es la forma preferida, así que ya se venden tortas con sabor a esta fruta y usan su pulpa sacad en tiras largas para adornar tortas en algunas reposterías de la isla. Otros muelen la semilla del mamey para usarlo como pócimas mágicas para la cura de distintas enfermedades.
Entre las creencias de los margariteños se dice que quedarse dormido bajo una mata de manzanillo o de mamey es para no despertarse más nunca o quedar loco de remate. Esa parte mágica forma parte del realismo mágico de estos pueblos insulares.
Algunas muestras textuales del manejo de la palabra “mamey en Venezuela la encontramos en algunas citas textuales que nos da el Diccionario de Venezolanismo de la UCV tales como:
- Humbold, 1799-1804 “Entre las plantas cultivadas por el hombre que se pueden regar con agua dulce y salada están la caña de azúcar, el banano, el mamey y el aguacate”.
- Codazzi, 1830-1838. El mamey es muy preciado por su madera y fruta agradable.
- Arraiz, 1944 “Ese está aquí desde el año pasado. Cogió una mona fenomenal, se quedó dormido bajo un mamey, tan profundamente dormido que ha pasado el año sin despertar”.
Recopilación: Manuel Avila (Cronista de Nueva esparta)
Únete a nuestro canal en Telegram.
¿Eres talento venezolano y deseas que publiquemos tus notas y sonemos tu música? Envíanos el material a otilcaradio@gmail.com
Contribuye con la promoción y difusión de la
producción artística venezolana, realiza tu aporte
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.