Comprender a otros para poder ser comprendidos: Una necesidad humana insatisfecha

“Es que tu no me entiendes, tampoco me prestas atención” así comienzan muchos diálogos dentro y fuera del  hogar como consecuencia de la influencia de las barreras de la comunicación. La comprensión es una de las necesidades humanas más insatisfechas porque asumimos de forma simultánea y casi automática los dos roles de la comunicación: somos emisores y receptores y las pausas son mínimas. Incluso hasta hacemos una pregunta y nos damos la respuesta. En otras ocasiones, abordamos al receptor y lo privamos del tiempo necesario para responder y que pueda expresarse; entonces se producen dos situaciones: o se rompa la comunicación o se caldean los ánimos. También los supuestos hacen barrera: cuando pensamos, por comunicación interna, que la persona va hacer lo que nosotros pensamos pero no lo decimos y cuando los resultados no son los esperados surgen los malentendidos.

La autora Elizabeth Capdevielle (2008) nos ofrece una muy buena herramienta para superar las barreras comunicacionales y lograr una mejor comprensión de nuestros mensajes. Dentro de sus estudios se destaca “La comprensión profunda Vs la comprensión frágil” (2008).  Esta última es la más frecuente por las situaciones antes descritas y permitimos que lo que pensamos, en grande, prevalezca como nuestra palabra y ni siquiera lo que expresamos alcanza a la mitad de lo pensado previamente sea captado casi textualmente por nuestros interlocutores. A esta situación se agrega el lenguaje gestual, el cual también puede convertirse en una barrera comunicacional por la falta de congruencia entre lo que expresamos verbalmente y la postura corporal, el tono de voz y gestos, los cuales en conjunto indican algo diferente tanto a lo pensado como lo que decimos.

 Del mismo modo sucede cuando somos nosotros los receptores y por enfocarnos en los gestos de quien nos habla le restamos parte de nuestra atención a lo que verbalmente nos expresa. Esa “distracción” hace que la comprensión sea inconsistente o frágil. La Comprensión profunda se logra en primer lugar, cuando hay congruencia entre pensamiento, emisión del mensaje y el esquema corporal, todos estos elementos son cónsonos con el mensaje emitido y en segundo lugar cuando hemos desarrollado el hábito de comprobar si la recepción ha sido clara, sin distorsiones aplicando la retroalimentación.

  El hacer preguntas a quien/ quienes nos escuchan nos brinda la oportunidad de disipar dudas, comprobar que el mensaje fue captado y que es comprensible a nuestros interlocutores.

Estrategia para incrementar la comprensión

La autora antes referida nos ofrece una herramienta conceptual versátil, ella la denomina “La escalera del comprensión” (Capdevielle, 2008) y su aplicación es sencilla y provechosa en cualquier momento, situación y hasta en el lugar de trabajo. Por razones pedagógicas se explica a continuación en detalle cada paso. Con el desarrollo de la práctica podrán darse cuenta que no es complicado su uso,  mucho menos resulta protocolar. Es muy útil porque incentiva la argumentación y la retroalimentación; con ello mejorar en nuestro hijos y compañeros de trabajo el hábito de hacerse comprender con ideas claras y ordenadas. Entonces el nivel de comprensión de frágil llegue a ser profundo para todos.

1er paso: Describir: Se trata de explicar con detalles y de manera concreta nuestro mensaje, evitar andar por las ramas o hacer preámbulos complicados,  debemos “ir al grano.”

2do paso: Valorar: Destacar la importancia, transcendencia o relevancia que tiene el tema. Es el momento de argumentar el mensaje, por ejemplo describir su vinculación con alguna prioridad en el trabajo, en cumplir normas o ajustarse a unos requisitos, en organizar un evento, seguir las instrucciones para operar un equipo, en la aplicación de normas de estilo para redactar documentos, etc…

3er paso: Hacer preguntas: Consiste en aplicar la retroalimentación, debemos dejarle el tiempo necesario para que el receptor pase asumir el rol de emisor y exprese lo que comprende. Así, al plantear interrogantes a nuestro receptor / receptores, logramos obtener la oportunidad de comprobar si ha comprendido lo que hemos expresado, qué dudas tiene, qué tipo de acciones debe llevar a cabo, como y cuando ha de realizar lo explicado.

4to paso: Sugerir: Es un espacio breve para proponer alternativas de solución a las dudas expresadas por quien nos escucha, dar ejemplos, modelos, guías y/ o fuentes de información que ayuden a la persona a comprender mejor y enriquecerse con aprendizaje.Hay una frase que dice “ quien explica dos veces aprende más” por lo tanto, ¡seremos mejor comprendidos!

Recopilación: Pro. Marthaelena Martínez (asereduc@gmail.com)

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