Sin lugar a dudas comparto la teoría de que el nombre de la Isla de Margarita fue colocado por el Almirante Cristóbal Colón en su tercer viaje cuando el 15 de agosto de 1498 avistó nuestra isla, en honor a la Infanta Margarita de Austria, quien se casó con el Infante Juan, hijo de los Reyes Católicos, en Burgos a finales de junio de 1497 y Colón estuvo dentro de los invitados, y fallecido el príncipe, esta se convirtió en Duquesa de Saboya al casarse con Filiberto II, ostentando luego el título de gobernadora de los Países Bajos. Existen quienes indican que el Almirante estaba enamorado de la Archiduquesa y de esta manera inmortalizaba su amor no correspondido.
Siempre en mis escritos, mis crónicas o información sobre la Isla de Margarita, trato de recalcar el nombre de “Isla de Margarita”, esta es nuestra marca como diría algún amigo de tendencias, marketing y publicidad, simplemente porque al decir “Margarita” a secas se puede confundir con una flor o meramente con un nombre femenino, y nosotros los que queremos nuestra isla sabemos y tenemos presente que ella encierra en nuestro sentir más que una flor y un nombre; sin embargo más preocupante aún es la modalidad de tratar de sintetizar, minimizar el nombre a cuatro letras “Mgta”, parece que es tendencia, en términos de redes sociales, se quiere poner de moda para todo lo que se escriba, el vocabulario que usan algunos para enviar sus mensajes de texto, o sencillamente alguien dijo “me suena más “Mgta” tiene más clase y caché y se adapta a los nuevos tiempos”.
Esta modalidad del “Mgta” afecta nuestra identidad, afecta nuestra marca “Isla de Margarita”, que es su nombre oficial, que tampoco es “Isla Margarita”, como hemos visto en varias ocasiones e inclusive en documentación oficial, cuando según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su Artículo 11 cuando se refiere al Espacio Insular señala como “Isla de Margarita”.
Según investigaciones del Licenciado Pablo Villarroel en su “Diccionario de Islas” logró catalogar 22 islas en el planeta Tierra con el nombre de Margarita y solo dos hacen gala del gentilicio “margariteño” la Isla de Santa Margarita en el Pacífico Mejicano y la nuestra.
No entiendo cómo se puede “vender” como destino turístico nuestra isla de Margarita, en cuatro letras que no significan nada, y desde el punto de vista de la semántica lingüística no admite correspondencia entre lo que somos y esta abreviatura que nos quieren imponer.
Por lo que el nombre oficial es Isla de Margarita, no: “Isla Margarita”, “Margarita” y mucho menos “Mgta”.
El llamado es para que no nos dejemos llevar por este estilo, sabemos como seres humanos, que la publicidad y ahora las redes sociales son alienantes y a veces sin quererlo, por el bombardeo constante terminemos cantando:
“Mgta es una lgma
Que un qubi drrmó
Y al caer en hdo plgo
En pla se cnvtió.”
(Verni Salazar, 18 VI 2020 HUELLAS Y PRESENCIAS INSULARES).
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