Equidistante entre El Valle de la Margarita y Porlamar se levanta un pequeño, vetusto y artístico templo dedicado a la exaltación del signo cristiano por excelencia: la Cruz, a quienes todos conocemos como la “capillita de la Cruz Grande”.
Aunque el recinto es de pocas dimensiones, alberga a un santo madero robusto que se encontraba en la vera del camino y que por su tamaño, no muy usual, al resto de las cruces que encontramos en carreteras y caminos de la isla de Margarita, se intuye que sirvió de referencia para determinar la toponimia del lugar.
Esta cruz según contaba don Braulio Vásquez, la llamaban la “Cruz de la magdalena” y se encontraba sobre una base de piedras. En ese mismo lugar se levantó la capilla por iniciativa de sus propios habitantes y con sus recursos económicos particulares. Esto fue posible por iniciativa de Nicasio Meneses, quien funda la Sociedad de la Santa Cruz y cuyo principal objetivo era la levantar un resisto sagrado para el culto católico y que albergara a la Santísima Cruz.
Los trabajos de la obra se iniciaron en 1888, los cuales fueron paralizados unas ocho veces por falta de recursos económicos, situaciones políticas y acontecimientos revolucionarios de esa época y los subsiguientes años.
Para el año 1924 el entonces presidente del estado Gral. Jesús María Bermúdez nombró una Junta Especial de Fomento, presidida por Mercedes Remigio Marín, a cuyo cargo correría los trabajos, paralizándose la obra otra vez.
En el año 1934, el presidente del estado Gral. Rafael Falcón nombra otra Junta de Fomento presidida esta por Manuel Rodulfo Brito, que construye la torre derecha que faltaba y la concluye. En este campanario se colocaron dos campanas donadas por el benemérito Gral. Juan Vicente Gómez a la memoria de Juan C. Gómez y Ali Gómez. El 29 de abril de 1934 la capilla se bendijo y se realizó un “Te Deum”, presidido por el párroco de San Nicolás de Bari de Porlamar presbítero fray José María Planas acompañado por los sacerdotes: Críspulo Benítez Fonturvel y José Cicconardi. Se realizaron grandes actos y tomo la palabra la Srta. Daría Alfonzo Mendoza en nombre de los vecinos.
El 1 de enero de 1935 el Dr. José Sosa Altuna Secretario General de Gobierno, dona y es bendecida la imagen del “Santo Cristo de limpias”, el 6 de enero se realiza una misa solemne. Para la navidad del año 1938 el vecino Saturnino “niño” Fermín organiza el primer nacimiento en la capilla y aparecen los primeros personajes de pastoras y ángeles, conformados por niñas como; Enma López, Camuchita Alfonzo, Margot Medina, Erpidia Carreño Aura Hernández, Amada Guadalupe Vásquez, Cristobalina Castillo y Columba Vásquez que entonaron los aguinaldos. De esta forma se inician las diversas actividades propias de la liturgia, los ritos sagrados y el culto católico como: bautizos, matrimonios, misas, comuniones, sin faltar las festividades de la Santa Cruz, las cuales gozaban de buena fama y organización para los años cuarenta, para ello las señoritas cruzgranderas, entre las que se contaban Cruz Amada Fermín, Enma López y otras, salían hasta La Asunción y otras localidades a recoger fondos para estas fiestas. Este templo luce en su Torre izquierda un reloj de péndulo de fabricación francesa con data de fabricación del año 1947. Esta pieza fue gestionada por Guillermo Salazar Meneses y se inauguró el 9 de septiembre de 1948 “Dia de los Guaiqueríes”.
(Tomado de Fernando Fernández en “HISTORIA DE LA SANTA CRUZ”, 2010).
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