La Voz del Pastor: El nombre de Jesucristo es una fuente de bienes

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

Jesús les dijo:

«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno.

Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

En aquella hora, se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños.

Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

Escuche aquí la reflexión de Monseñor Fernando Castro, Arzobispo de la Diócesis de Margarita:

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