Sociológicamente hablando, el petróleo en Venezuela explica un montón de situaciones. Explica lo que ya conocemos como el rentismo, pero también explica; el vaciamiento de espacios del territorio nacional, que se hizo posible porque muchos hombres de los pueblos deprimidos de Venezuela, decidieron dejar su conuco, su trabajo artesanal y su bote para buscar en los campos petroleros una mejor forma de vida.
Fue una situación muy particular en Margarita. Muchos conuqueros, artesanos y pescadores decidieron probar suerte en Ciudad Ojeda, Lagunilla, Bachaquero (Zulia), Anaco, El Tigre (Anzoátegui) y Falcón.
Fueron partidas casi forzadas y muchos acá dejaron su familia. El dolor marcaba por tiempo el vivir de estas familias.
Una paraulta en el fondo o coral de la casa, llenaba de esperanza a estos hogares porque se tenía la idea, que la paraulta anunciaba carta y unos “realitos”.
Muchos de esos hombres que partieron hacia un campo petrolero, luego vieron su sueño realizado. Sus familias pudieron echar pa’lante.
Un día como hoy (1934) salió de Juangriego, la goleta Nueva Esparta hacia Maracaibo. Está goleta en su interior llevaba un montón de sueños y dejaba en la isla un gran dolor. Margarita con esperanza y mano de obra, llenó los campos petroleros venezolanos
Décima
Noventa de la partida
procurando un porvenir,
muchos debieron salir
para tener mejor vida.
En Margarita una herida
abierta y viva dejaron
una esperanza forjaron
y este gran pueblo cubrió
con su gente que bregó
y su futuro labraron.
Texto y Décima: Evaristo Marcano Marín
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