Dorina Marín: Reina de la cocina margariteña

Aunque distante de Juan Griego, Porlamar, La Asunción, Pampatar o cualquier localidad de la isla, no se perdía la ocasión de visitar el Kiosco de esta simpática mujer, quién se dio a conocer por su exquisita sazón, de allí ese título que mantuvo hasta que la muerte la sorprende de manera insólita.

Después de transitar la calle principal de El Tirano, antigua población del municipio Antolín del Campo, se llega a la calle “Marina”, en donde, antes que se construyera un bulevar, se podía estacionar el vehículo, al frente del “Kiosco de Dorina“, el que con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en un buen tinglado dispuesto de sillas y mesas con discreta decoración. Antes existió allí una de las 4 pilas, donde muy temprano los vecinos buscaban el agua.

En la puerta, un cartel ofrecía los más variados platos de la cocina margariteña, preparados por esta carismática mujer nacida en la calle “Las Siete Casas” de la vecina población de Aricagua, la tierra de nuestros ancestros, el 23 de marzo de 1941. Hija de la señora Braulia Marín, y casada con el señor Alfredo Díaz, oriundo de San Juan, con el tuvo descendencia, que a la postre continuarían con su labor.

Sancocho de pescado, Langosta guisada y a la plancha, Cruzado de mariscos, Arroz a la marinera, Toritos rellenos, Tripa ‘e perla guisada, Pescado frito… Son algunas de las especialidades que podíamos encontrar en “La Langosta”, como inicialmente se conoció este típico restaurante, ya que cuando el nombre de esta cocinera logra gran reconocimiento, empezó a llamarse simplemente “Dorina”.

Su especialidad estuvo en la sazón que ponía en su comida, pues, si bien se podían conseguir en otros restaurante típicos de los que para entonces existían, como Rómulo Castillo, Severiano González (Cachicato), “Chica Guerra”, y Nino Suárez, en Porlamar; y Deogracia Salazar (Gacho) en el mismo Tirano, su sabor era único e indiscutible.La langosta guisada, por ejemplo, la que algunos aseguran hacía rendir con presas de “achote”, era sin igual. La combinación de este pescado, de piel roja y carne blanca, con la de la langosta era una delicia al paladar.

Aunque distante de Juan Griego, Porlamar, La Asunción, Pampatar o cualquier otra localidad de la isla, no se perdía la ocasión de visitar el restaurante de Dorina Marín, llamada “La Reina de la cocina Margariteña” por el propio Julio Jaramillo, su cantante favorito, quien disfrutó de su rica comida, traído al restaurante por el intelectual, músico y compositor Antonio Deffitt Martínez, mientras permanecía de gira en el país. 

Cuando Dorina gozaba con justicia la merecida fama de buena cocinera, y su restaurante se colmaba de comensales, su vida se acaba en la mañana del 7 de febrero de 1986, con apenas 45 años de edad, a consecuencia de haber consumido un medicamento que le produjo una reacción alérgica, por lo que fue trasladada de inmediato al puesto de salud de El Tirano, y de allí remitida al hospital Dr. Luis Ortega de Porlamar, en donde muere a los pocos minutos de su ingreso. 

En el periódico “La Tarde”, en su edición de aquel día, al reseñar la noticia, el periodista Ramón Mata Campo, escribe:”(…) ” Dorina” deja un gran vacío por ser una mujer que se distinguió por su carácter amable y siempre presta a ofrecer lo mejor de su cocina tanto a nativos como visitantes que en grandes cantidades visitaba su pequeño restaurant que tenía ubicado frente a la playa del tirano en el municipio Antolín del Campo (…)”.

En la imagen extraída de la Fototeca del Parque Museo Pueblos de Margarita, aparece la prima Dorina Marin al frente de su cocina.¡Descansa en paz prima querida!

(Alexis Marín Cheng y su Parque Museo Pueblos de Margarita- octubre 2020).

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